Y cuando abrí los ojos por primera vez, me encontré con los tuyos, vi tus lágrimas brotar y fue entonces cuando comprendí que ya no había vuelta atrás, mi misión recién acababa de iniciar …

– Sabes que siempre cumpliré tu Santa Voluntad, mas sin embargo, la Misión que me estás encomendando va más allá de mis capacidades.

– Nunca te pediría que hagas algo más allá de tus posibilidades. Jamás pondría sobre tu espalda una piedra con más peso del que ella pueda soportar.

Lo sé mi Señor. Perdona mi inseguridad, es solo que me siento tan insignificante ante tu grandeza, que temo defraudarte y que te llegues a sentir decepcionado de mi.

¿Cómo podría yo decepcionarme de mi propia creación? Tú eres mi mayor obra de arte. Mi mejor sentimiento hecho realidad. Eres nada más y nada menos que lo más sublime de mi Ser.

Sin embargo, sé que mi llegada traerá mucho dolor. Mis padres terrenales renegarán de mí y sus primeros sentimientos hacia mí serán de negación y rechazo. ¿Cómo podré, entonces, sobrellevar este momento? ¿Cómo lograré sanar este dolor? Y lo que es peor, ¿Cómo podré yo mismo perdonarme ante esta situación?

Cuando la oscuridad más intensa se apodera de la noche, es entonces que un diminuto rayo de sol, alumbra más que el inmenso brillo que un astro despliegue a mitad del día. De igual forma, cada una de tus pequeñas acciones tendrán más valor que cualquier proeza humana que sea reconocida con valor.

– ¿Pero entonces, mi Señor, lo que me estás diciendo es que yo no seré en ese mundo el creador de grandes proezas?

– No de aquellas que el hombre suele alabar, mas cada día tu vida iluminará a quien te rodee con más brillo que a su día más soleado cualquier astro le pudiera dar.

– ¿Esto quiere entonces decir que solo quien esté a mi lado será beneficiado y comprenderá mi misión?

– Aún ellos se turbarán, y habrá momentos en que renegarán incluso de mí, mas no dudes que sean ellos los que bajo mi manto tendrán siempre un lugar especial.

– Pero, y mis padres terrenales ¿Qué pecados tendrán que pagar? Porque sin duda serán ellos los que con una carga muy grande tendrán que transitar

– Quizá así en un principio lo sentirán, pero será su camino por la vida el que los guiará hasta mi Reino Celestial.

– Perdona mi necedad, Señor, pero ¿con esto me quieres decir que solo ellos alcanzarán tu Reino?

– Hay miles de caminos para llegar a mí, pero si el camino recorrido está alfombrado de flores, y todo a su paso es bienestar, cuando llegue a las puertas del Cielo, escasamente lo notará. Hay muchos que viven ya el cielo en la tierra y no lo saben apreciar.

– ¿Quiere esto decir que quien más sufre en el mundo más posibilidades tiene de llegar a ti?

– Recuerda que el Amor y el Dolor se empiezan a escribir con distintas letras, pero siempre, irremediablemente, terminan con las mismas dos. El Dolor nunca podrá separase del Amor, pues su final siempre será el mismo. En ocasiones el Amor se convierte en Dolor, pero siempre el Dolor te conducirá al Amor. Es como un círculo vicioso centrado en el Amor. Mientras más Dolor sientas, más Amor terminarás experimentando. Es por eso que al llevar Dolor con tu llegada, estarás, irremisiblemente, comprometiendo más Amor.

– Pero entonces, ¿por qué la mayoría de la gente ante el Dolor, su primera reacción es renegar de ti?

– Es parte de la naturaleza humana. Así como para elevarse es necesario tomar impulso teniéndose incluso que agachar, para dar cabida al verdadero Amor, hay que conocer el Dolor.

– ¿Esto quiere decir que yo voy a ser, más que causante de Dolor, portador de Amor?

– Así es, cada acción tuya y cada paso que des, estarán encaminados siempre hacia un Amor Supremo, mi Amor.

– ¿Quienes serán entonces los privilegiados que me conocerán?

– Son aquellos que teniendo un corazón tan grande, no podrán llenarlo solo con Amor, necesitaran también del Dolor, el cual deberán disfrazar para darle entrada a su corazón, y una vez dentro de él, transformarlo en Amor.

-¿Y qué me dices de todos aquellos que por aras del destino se crucen en mi camino?

– Nadie se cruzará en tu camino por casualidad. Todo aquel que lo haga será porque necesita de tu Dolor, para darle cabida en su corazón, y una vez dentro de él, convertirlo en Amor.

-¿Me estás diciendo que quien me conozca por primera vez, conocerá el verdadero Dolor?

– Más bien diría yo que quien te conozca conocerá las verdaderas raíces del Amor. El Amor más puro nace siempre del más grande Dolor. Conoce a quien más sufre y encontrarás a quien más Ama. Quien pretende cuestionarme por qué permito tanto Dolor, no se da cuenta que es en él donde nace el más puro Amor. El Dolor doblega, el Amor sublima. Los árboles más altos, tienen las raíces más profundas. Doblégate al Amor y solo entonces te sublimarás con el Dolor.

– ¿Y será largo mi transitar?

– Solo el tiempo necesario, ni un segundo más. Recuerda que tu paso por la vida terrenal, será menos que un breve suspiro de mi eternidad. Cuando hayas terminado de sembrar Dolor y coseches suficiente Amor en los corazones de quienes se crucen en tu camino, solo entonces retornarás a mi, habiendo dejado tras de tí, una estela de corazones llenos de Fe y Esperanza.

– ¡Enorme misión me encomiendas, mi Señor! Me hace sentir insignificante ante tal reto.

– No dudes nunca de mí, pues para cumplir este reto, un pedazo de mi Ser siempre te acompañará, y con mi Bendición cada instante contarás.

– ¡Bendito seas Padre Mio! Hágase en mí siempre según tu voluntad.

Y heme hoy aquí. Y así fue … y así será …

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