El próximo encuentro
Y ahí, en ese espacio donde sólo entramos tú y yo, nos miramos a los ojos, sonreímos y sin darnos cuenta ya estábamos unidos por un beso que atrae a la pasión y al deseo. Tus manos recorren mi piel, buscando la humedad que refresca los deseos y abraza tu virilidad. Con un sutil movimiento...