Recién me despertaba de la siesta y salí a la calle con el termo bajo el brazo – procurando un poco de agua caliente para hacerme un té, al menos un té. En Cuba las cosas no son nada fáciles y menos un té. Ya poder tomar mate se ha hecho a estas alturas, todo más que un lujo.
El malecón bravío – como loco – asustó todo el día a todos los visitantes y no visitantes…las olas superaron los 7 metros – dijeron por la 98.3, después de pasar hasta el hartazgo todo el día reggeatón?. A ellos el agua no les llegaba (ni en balde, menos al tanque).
Salí a la esquina de Malecón y Marina en dirección a la casa de “la negra Ana” y me choqué con él. Ahí, como siempre pasa (de improviso) – cuando pasan estas cosas…que algunos llamamos AMOR: Sin pensarlo, sin esperarlo…sin siquiera pestañear quedé impávida ante semejante y sorprendente encuentro, pese a encontrarse “el pobre” en el peor de los estados que uno se pueda encontrar: sucio, desprolijo, abandonado y casi “enterrado” en medio de un valle de escombros. Ante semejante panorama no pude más que abrazarlo y sacudirle un poco el polvo que traía en su solapa. De un santiamén pareciera que hasta el semblante le cambió.
Se notaba que había sido bastante maltratado (como casi todos los desamores que dejan por ahí…los que de amor NADA saben). Le sacudí la solapa, la tapa y la contratapa, con un empujón energético que lo dejó loca y totalmente enamorado de mí; así…como para no querer dejarme NUNCA.
Lo que sigue, se sabe…:lo arrumé fuerte, muy fuerte y lo abracé, recién ahí le dí el primer beso y de ahí (bien a mi manera) derechito pa la cama…y con este viento que viene del malecón – que sigue “como loco”, nos abrazamos y nos prometimos amor como me gusta: (eterno)“para toda la VIDA” o hasta que la muerte nos separe. Ya NUNCA MÁS sufriremos soledades, desavenencias, abandonos ni que nos “migajegeen” cuidados, mimos, respeto, cariño… amor. MENOS que nos dejen tirados por ahí, sin valorar nuestras “voladas y vívidas” hojas…
P.D. 1: Yo no sabía de qué libro se trataba y como no tenía los anteojos encima, lo único que pude ver fue el título. Sin embargo, si me quedaba alguna duda, del mensaje que el Universo me estaba mandando…quedó disipado al momento de llegar a la casa donde estoy viviendo. Bastó hojear un par de páginas para “darme cuenta” que se trataba de un libro de Poesías (nada más y nada menos que de un EFERENTE de la poesía del AMOR, cubano: Vicente Alexandre).“Hay amores”…diría la Gloria Estefan a los vientos…
P.D.2: No te olvides NUNCA que: lo que uno “se encuentra en la calle” es de uno. Legalmente se llama: #resnullius (cosa de nadie).
P.D.3: Como dice el tango: …”Yo anduve siempre en amores, qué me van a hablar de amor”.
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