20 años no es suficiente para olvidar tus origenes

20 años no es suficiente para olvidar tus origenes

Estaba convencido que en algún momento llegaría, no sé si por obligación ante la desgracia familiar o por esa curiosidad que se acrecienta a medida que pasa el tiempo, que no te deja estar tranquilo como si algo dentro de ti estaría faltando, llega un punto que el trabajo los estudios los quehaceres del día a día ya no son suficientes y tienes que apaciguar tu sed haciendo ese viaje tácitamente esperado. A medida que pasa el tiempo uno va encontrando las cosas que te hacen sentir bien en mi caso el deporte del básquet siempre fue el impulso en mi vida esa pasión por la que desborda cada vez que uno lo practica deja de lado todo lo demás sea que uno tenga mucho dinero o no, o si esta alegre o deprimido el deporte me da una estabilidad que alimenta el alma y me da tranquilidad, este hermoso deporte que se incrusto en mí, en mi ciudad natal en la etapa escolar es tal vez el motivo que me impulso a volver no de una manera incógnita si no por la puerta grande.

Para lograr hacerlo tuve que realizar las coordinaciones y esfuerzos necesarios para llevar un equipo deportivo de una institución muy querida y representativa en mi país y que de seguro iba a remover la expectativa de la población y de aquellos amigos y familiares que el tiempo como lo conocemos no es más que cálculos y expresiones matemáticas que no afectan la admiración y respeto y porque no el cariño entre seres queridos que no son más que un ejemplo que el tiempo nunca pasa.

Se acercaba las fiestas patronales y que es acompañada por diferentes actividades entre ellas deportivas y fue esta ultima el argumento preciso para lanzarme a ese esperado retorno, había hecho el intento 1 año antes así que ahora tenía que asegurar muchos temas para poder viajar con un buen número de deportistas varones y mujeres, Coordinaciones previas con amigos que nos esperaban no hacían más que incrementar esa expectativa de que pasará cuando llegue y no hacía más que concentrarme para que todo salga según lo planificado.

El momento había llegado nos acercamos al aeropuerto y mientras me acercaba a subir al avión se me vino a mi mente y sentí un frió en mi interior recordando que habían pasado 20 años para este retorno. Luego de descender del avión tuvimos que hacer una escala y al abordar el bus que nos llevaría a nuestro destino empezaba mi aventura, no sé cómo describir esos instantes, eran sentimientos encontrados, por más de 10 horas de viaje y a través de mis ojos iba recopilando las imágenes del paisaje verde con hermosos pueblos y personas que encontrábamos en el trayecto y cual escáner comparaba con mis recuerdos, alegrándose mi alma con las coincidencias y generando curiosidad por las cosas nuevas, en este viaje todo lo veía hermoso ni que decir hasta la carretera me parecía fantástica pese a que en muchos tramos requería de mantenimiento pero eso no importaba, llegando al tramo final de nuestro recorrido pude divisar aquel camino pedregoso y pequeño por donde muchos años había recorrido cada semana y que sin embargo ahora yace olvidado y reemplazado por donde transitábamos y no me quedo otra que ver a la distancia y comenzar a darme cuenta que algunas cosas tuvieron que cambiarse.

Cercano a nuestro destino es indescriptible lo que pude sentir, desde que comencé a ver la piscina fuera de la ciudad donde cuando niños corríamos y sabiendo o no nadar entrabamos a refrescarnos por el solo hecho de ser la única en la ciudad y seguido de las primeras casas de los alrededores y el entorno verde que los rodeaba complementadas con aquellas calles angostas y casas antiguas con aquel dulce sonido del expresar de su gente me hacía cada vez emocionar y llenarme de felicidad, entonces solo atine a sentir que mi corazón se aceleraba y mi mente cuerpo y alma sabía que habíamos llegado.

Nos confundimos con los pobladores al bajar del bus éramos parte de un mundo donde la gente se conoce o simplemente te ven como viajeros foráneos que viene para conocer las características de una región muy visitada, nos organizamos y tomamos camino en diferentes taxis rumbo al lugar donde nos albergaría a nuestra delegación por varios días y que gracias al igual o quizás mayor expectativa a nuestra llegada fue coordinada por grandes amigos que sin su participación este viaje no se hubiera hecho realidad. Asegurándome de la estancia de quienes me acompañaba y con esa misma secuencia y mezcla de emociones tuve que ir al lugar donde por 16 años me vio crecer, fue un momento crucial de mi viaje una calle diferente una fachada distinta que luego de lograr ingresar se mezcló entre los abrazos y sollozos de mis padres que me daban la bienvenida nuevamente a mi dulce hogar, no sé si para todos es lo mismo algunos con menos o más años de regresar a algún lugar o reencontrarse con sus seres queridos pero estoy seguro que en todos los casos todo lo que antecede a un viaje lo que uno vive durante el proceso no se compara a lo que vive uno una vez concretado y llegado al lugar de tu destino, es gratificante también para aquellos que un día te dijeron adiós y que al verte nuevamente te hacen sentir como si los años no hubieran pasado y que el tiempo no es nada comparado a ese sentimiento que une a las personas y que sin duda es lo más puro que se puede encontrar en esta vida.

Lo que vino en los días venideros las actividades que realizamos nuestra participación deportiva nuestros viajes a diferentes lugares de la región que llenaron de felicidad no solo a mi persona si no de aquellos que me acompañaban son historias que algún día espero compartirlas solo me queda resumir que este viaje valió la pena… JRPC

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