Alzheimer para olvidar

Alzheimer para olvidar

kim ihl kaiser

10/04/2017

Hablar de mi trabajo me trae recuerdos horribles, yo no quiero… no quise…no pude…

En fin, ya pasaron algunos años, acordarme dicen que es un buen ejercicio para evitar el avance de esta enfermedad que poco a poco me permitirá vivir tranquilo y ya no recordar, ¿será que Dios me escuchó al fin? tantas oraciones, tanto rogarle a Dios, al Universo o a ese ser todopoderoso que todo lo puede, ¡quiero olvidar!

Pasé más de la mitad de mi vida deseando olvidar y el doctor me dice ahora que debo recordar, que me hará muy bien, que es un buen ejercicio.

Preferiría estar muerto a volver a revivir esos días, ese maldito trabajo; dicen que todo trabajo dignifica, quien dijo eso supongo nunca vivió en la guerra o tal vez el ser soldado no es visto como un trabajo, es un deber o una vocación.

Dormir desde 1938 se hizo insoportable, duele el alma, aún siento el olor a pólvora en mis manos, se los juro que me las lavé, usé el más potente jabón, pero el olor sigue, pasaron más de 50 años pero el olor sigue. Confieso que un día después de 3 noches sin dormir, me froté tanto las manos con lejía que hasta me hice heridas, pero el olor nunca pasó; mi psiquiatra dice que está todo en mi cabeza, ¡por Dios! ¿Es que nadie siente ese asqueroso aroma?, ¡no estoy loco!

Hay días en que el olor es lo de menos, mi nariz puede descansar un poco y el objeto de mi locura son mis oídos, no dejo de escuchar esa voz, ronca, ese idioma tan duro; muchas veces mi amada esposa me dijo te amo en alemán, tal vez esa fue la razón por la cual aprendimos otros idiomas, porque hasta ese “ich liebe dich” me hacía recordar.

Esa voz ronca…era la de él, el mismísimo demonio, gritándome, obligándome a disparar.

Doctor, ¿realmente voy a olvidar?, ¿está usted seguro?, mire que ya lo traté de mil maneras, fui a muchos psiquiatras, tomé mucha medicación, hice meditaciones, yoga, regresiones, hasta fui a muchos brujos, pero nunca logré olvidar.

Alzheimer dicen que tengo, ¿será posible que esa enfermedad pueda con mis recuerdos?

El doctor dice que olvidaré hasta mi nombre, ¡no me importa!, todo sea por volver a vivir, dormir sin soñar, esas pesadillas que no son más que la recreación una y otra vez de todos mis crímenes.

El peor trabajo del mundo sin duda y quien diga lo contrario, quizás nunca tuvo que dispararle a un muchacho, viéndolo a los ojos y escuchando sus gritos desgarradores, rogándote y gritando que no lo hagas.

Te espero con ansias bendito Alzheimer, hasta me parece gracioso que sea una palabra alemana la que me salve de mis recuerdos.

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