Mi lugar mas bonito en el mundo

Nueve años tiene el amor de mi vida.

Corría el año 2005, se cumplían casi 6 años de la muerte prematura de mi madre, un suceso que cambió todo de la noche a la mañana y que por muchos años que pasaban y  motivos de júbilo que vivía,  ninguno era suficiente para levantar cabeza, seguir adelante sin mirar atrás encadenada a recuerdos, resignaciones y dejar de vivir ligada a una cadena que hundía mi alma hasta la más profunda de las desolaciones.

Pero dicen que todo pasa en la vida y parece que llevaba su parte de razón quién refirió el dicho porque llegó aquel  09 de octubre y aunque con muchas complicaciones, nació ella, la iluminación que faltaba en mi vida…Laura.

Laura es una niña de 10 años que destaca por su gracia innata, su carisma, su alegría y su forma de querer, me devolvió la felicidad que invernaba en mi… pero por desgracia la suerte es algo que ha brillado por su ausencia en mi familia y la vida nos la jugó de nuevo, esta vez se cebó con ella y tras muchas pruebas médicas, a mi princesa le diagnosticaron Dermatomiositis Amiotrófica.

En aquel momento, nuestro mundo se desmoronó, volvieron a aparecer los miedos, los malos recuerdos, esa cruel pregunta de..¿por qué a mi?… y leer e investigar sobre la enfermedad solo acentuaba el dolor e impotencia, era una injusticia abrumadora.

Su vida se convirtió en hospitales, pastillas, ingresos por tratamientos, dolores, noches sin dormir, privatización solar y un largo etcétera de contradicciones que hoy por hoy han invadido nuestra tranquilidad y mermado la felicidad, en cambio ella, con gran entereza, cada día afronta su enfermedad, las complicaciones que surgen y disfruta con las mejoras que siente y son visibles.

Ha sido ella la que nos ha enseñado a vivir con la enfermedad. Se ha aprendido los nombres de los medicamentos, cambia actividades diarias propias de niños de su edad pero contraproducentes para ella por otras que le resultan gratas, se resigna sin quejas por no poder ir a la playa, nos comenta que ingresar un fin de semana al mes no es tan malo, que peor sería estar todo un año, recalca lo feliz que es por tener a su padre, a su madre y su hermano… y como ella dulcemente dice… no tiene nada que envidiar a nadie. Nos ha enseñado a valorar las cosas realmente importantes y ser ante todo positivo ante cualquier infortunio. Es ella la que me contagia la seguridad que a mi me falta.

Esa pequeña es mi sobrina, yo tengo 33 años y de ella es de la persona que más he aprendido. Su manera de enfocar la vida y las adversidades es de admirar, es tan pequeña pero tiene un corazón tan intensamente humano que me enamora y por muy llevadero que lo haga todo, me duele mucho ver como ha madurado siendo tan chiquita, como ha dejado de ser niña demasiado pronto, como su infancia ha durado demasiado poco, me enerva ver como ha tenido que vivir sentimientos y sufrimientos propios de un adulto y a pena ver que más que una niña es una pequeña gran mujer…

Ella se ha convertido en mi punto de referencia, mi pensamiento diario, mi golpe de felicidad, mi apoyo y mi amiga. No hay mejor momento en el día que el que comparto con ella y ella es mi más bonito lugar en el mundo. Todo se me olvida cuando me rodea por la cintura, me mira fijamente y me regala su… “tita te quiero, eres mi tita favorita pero no podemos decirlo que se enfadan los demás”, me pone sus morritos enviándome un beso y yo se lo devuelvo confiándolo en su frente. Me enorgullece ser cómplice de sus secretos, compañera en sus primeros pasos de coqueteos juveniles y niña cuando hay que jugar con su correspondiente inocencia.  

No soy madre y por consiguiente no visualizo ese sentimiento, pero el peso del amor que yo siento hacia esta niña es demasiado infinito, es lo que más me gratifica día a día, muchas veces me cuestiono si llegaría a querer a mi hijo igual o más de lo que a ella la quiero. Ella es demasiado joven para ser consciente de que es mi pilar y que he recogido muchas toallas tiradas solo porque ella existe, ella me devolvió ilusiones y motivaciones y sin duda ella… ES EL SENTIDO DE MI VIDA…

Eres el mayor ejemplo de superación que conozco… TE QUIERO PRINCESITA.

FIN