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He acabado con mi luto.

Alguno de los botones negros estaba tan fuertemente aferrado a la ropa que ha dejado su rastro para siempre en ella. Hay veces que busco en mi ojal, sin poder evitarlo. Son muchos años ostentando tener un hueco en mi corazón, cómo si así respetara más su memoria. Ahora veo que no tiene que ser de esa manera.

La vida ha vuelto a tornarse alegre y creo que en el cielo me lo agradecen y merecen que festeje, cada día, mi dicha.

No me he convertido en costurero, ni modista. Aunque, a veces, me dan ganas de coser en mi ropa botones de colores. Lo menos uno, llamativo: que se vea que estoy lleno de vida y sobrado de alegría. Me siento afortunado.

No me importan posibles rumores. Lo que puedan inventar, en base a mi edad  u obligación de guardar luto. Sé que lo hago bien y el próximo enlace será bendecido desde lo más alto.

Por favor, celébralo con los nuestros. Hazles partícipes de mi felicidad y diles que los quiero a todos, que estoy lleno de amor a rebosar.

Te adora, tu hermano Pedro

 

Encarnación Cánovas

C/ Primavera, 12

Vilaflor, Tenerife. Canarias

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