Cuando me di cuenta solo tenía unas horas de nacido, ya noto la sangre circulante por mis venas. Comenzaba el drenaje de mis días, sentía un creciente deseo de posar mis ojos sobre un arco iris a lo lejos, sus colores me abrumaban.
No sabia cual seria mi destino, estoy solo en el mundo, blanco, inocente y con toda clase de carencias. Me encuentro con la incertidumbre de un recién nacido, como un trozo de madera en las manos de un artesano, como un lienzo en blanco en manos de un pintor. Desde el comienzo hasta el final, seré acariciado y mimado por quienes serán mis dueños, que al complementar su sangre y su raza obtendrán un redondo fruto; como diría el poeta: “Un otoño prodigioso y fecundo”. Un estrecho vínculo los reúne, estarán unidos hilo a hilo a la tierra, aunaran esfuerzos a sus semejantes para lograr su cometido.
Ellos serán la brújula y la luz que guíen mi camino, los autores de este presente, todos ellos: generosos, francos, inteligentes, libres, creadores y capaces de amar, poseedores de una chispa distinta, de un pensamiento único y brillante, un talento que va mas allá de lo innato, capaces de transformar con toque maravilloso, una pieza común, en una obra de arte.
Escalar un alto muro es mi destino, por delante tengo un largo y placentero camino, seré travieso y osado, provocare noches de insomnio, dudas, mentes en blanco y papeles arrugados. Oiré vocecillas susurrando en mis oídos, canciones inéditas y cuentos de amor. Conoceré seres diversos, mentes inquietas, casi borradas por las sombras, calladas como un charco, y esperando el baile de las chispas. Hurgare en sus entrañas, conoceré sus sentimientos mas profundos sometidos a los golpes del destino, yo seré el reflejo de sus almas.
La palabra será la herramienta en común, la usaran como signos para expresarse, sin ella la humanidad estaría sumida a un silencio universal. Dejare volar pensamientos enjaulados, atrapados en un pozo por las azarosas garras de las circunstancias, día a día iré creciendo como crece la espuma en el mar, seré brillante como el sol de la mañana avivado por ilusiones y esperanzas, creceré, ¡sin duda! Con la elegancia de una flor, escalare altas montañas, viajare por las nubes hermosas y eternas del mundo.
No puedo volver atrás, la vida ya me empuja, estoy a punto de partir, ya comienza mi aventura, me trasladare de un lugar a otro y cada paso explorare todos los rincones, me causaran sorpresa las cosas extraordinarias, dudare con la intuición y arriesgare ante una pequeña indecisión, así creare mi propia aventura y hallare algo desconocido, e inédito.
Ya noto entre ellos inquietud por comenzar, observo como traman mi estructura, cual será mi formato, estos seres que, aun sin conocerse entre si, serán los capitanes de mi destino. Ya me marcho de estas manos, mis creadoras, prometo llegar hasta el final, aferrado a mi orgullo, encontrare el valor y en cada paso me haré mas fuerte y poderoso.
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