SIEMPRE HABRÁ DESIGUALDAD SOCIAL

SIEMPRE HABRÁ DESIGUALDAD SOCIAL

Desde mi dormitorio, pienso en el frío y el hambre por no hablar del miedo que estará pasando tantísima gente. Podría tocarme a mí, yo es que creo que no sirvo para escribir sobre esto porque es algo tan duro de inventar una historia referente a este complejo tema…

Dianna le gritaba a su padre de nuevo, volvían a pelearse.

Marco su padre ya estaría maquineando como disculparse u en cambio obcercarse en su idea, depende el tema y la gravedad de la situación. Ahora discutimos por la hora de vuelta. Estar los fines de semana con él solamente hace que sea peor, quisiera verle menos, no comprende porqué aparte de que le tiene coraje, puede estar un rato mucho no, si no comienza una discusión.

Dianna ha estudiado filosofía y periodismo, sabe que su padre trabaja en la banca y que tiene sus chanchullos, calla por su bien.

Marco le sirve un buen desayuno que ya amaina los gestos de la chica que se ha calmado fumándose un porro antes de ducharse y bajar a desayunar con su padre. Así iba relajada decía ella. lo hablaban todo lo compartían casi todo algunas cosas su padre ya la mandaba callar, Dianna hablaba mucho, su padre lo justo y necesario.

Dianna decide buscar unos arreglos de la universidad para compararlos con los de su padre como le gustaba a ella investigar cosas escritas, descubre una caja azul marina que le destroza la vida, su padre guarda fotos de cuando era pequeña hasta alta edad fotos desnuda en poses provocativas también, el padre de Dianna es un pedófilo y ella está petrificada. Reune fuerzas para coger y cerrar la caja y sale sin pensar en nada más que ver a su madre.

Gracias a alguien que la cuidaría desde el más allá hizo que no cruzaran su horario su padre y ella que era escaso, al llegar sin previo aviso a casa de su madre y mostrarle esas fotos le confesó con gran pena y lamento que le dejó al enterarse. Se enfadó por todos aquellos años en que había permitido que le viera, que comprendía el odio que le tenía ahora.

Se fue a su casa ignorando a su madre pues estaba en una burbuja de protección que nada traspasaba, necesitaba estar a solas.

Esta chica nunca más fué la misma, demandó a su padre, se siguió hablando con su madre y fué a buenos psiquiatras por el empleo que tenía su padre y ella le sacó también los chanchullos que conocía, vino abajo varias partes de la bolsa a ella que más le daba, estaba vengándose de su padre. Le saca 4 millones y medio, decide donar dinero a ciegas a muchos sitios y ese el fin de esta triste historia. Quizás tenga un buen futuro, quizás lo conozcamos. Por ahora esa chica sigue regalando dinero a ciegas para no invertir en ella y sí en los demás, esa chica recorre el mundo mientras trata telefónica alguna vez con sus psiqatras y hasta que el dinero se acabe vive de voluntaria ofrecieron su granito de arena allá por donde vá.

Dianna era una buena chica, dianna sigue siendo una buena chica.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS