………. s i l e n c i o ……….

………. s i l e n c i o ……….

Todos los rugidos dañan el Arca.

¡Silencio!

¡Fuera bramidos!

Los sollozos y gemidos, que nadan descalzos,

se queden,

no hacen ruidos.

Encogidos, van remando.

Se deslizan sin las velas,

por un lago sin cascadas ni corrientes mancillando.

Todo es negro, y las ondas van redondas, pero ya no hay aguaceros,

ni chasquidos de agua rota que las formen.

No hay ya luces que exageren los colores.

El infinito sigue sordo.

Dios no escucha.

No le pidas, no le reces, no interrumpas.

Está absorto, asustado, meditando.

Se le ha ido de las manos su Universo.

Siempre con sus dudas,

no las rompas,

que se queden quietas.

No las pienses, tal vez el sonido

del hablar interno, perturbe el vacío,

que llena su adentro.

Ni llantos, ni truenos de miedo,

¡Por supuesto!

Ni aires baldíos, ni brisas.

Ni olas golpeando la arena infinita.

Ni trinos al viento.

Ni madres pariendo,

ni padres cogiendo un momento sus manos.

Ni arrugas, ni viejos llorando.

Ni risas, ni abejas que liben zumbando.

Ni trotes, tampoco galopes,

ni enredo de crines flotando en desorden.

No más sudores goteantes y sucios

formando un naufragio.

No más corazones latiendo malheridos.

Ni el sutil murmullo de un recuerdo.

Ya no más suspiros, ni quejas hambrientas lamiendo….

Ni Dioses mintiendo.

Ni destinos que estrujen la vida …..

Ni veloces partidas, ni el rozar de sus abrazos.

Sólo muertes quietas, murmurantes estertores.

Miradas discretas, serenas, vacías.

Tristezas y penas se posen, en último vuelo.

Peces muertos,

pétalos secos.

Algas flotando sí.

Serpientes y escamas,

hormigas, babosas, lombrices …

los campos, opacos, de lágrimas blandos.

La Mañana encerrada, en una botella

¡Al fondo del lago!

Y la Tarde esperando que llegue la Noche,

con un dedo en los labios.

Y así confundidos, silencio y suspiros o dunas silentes,

o alas planeando.

Y un rostro de cera,

o un rostro de seda,

los ojos de vidrio fundido, empañados,

opacos, sin brillo.

Entornados párpados, cansados de cerrar

las cuencas postrera.

El pecho vacío: ni un sólo latido.

Ni ecos que recuerden un sólo sonido.

Sudarios manchados, marchitos, pegados,

al borde del labio.

Y todos los mortis callados, inertes, violáceos, hinchados, tranquilos, olientes.

Gusanos pastando.

Callado va el cuerpo, sin buitres y olvidos.

¡Quizás Dios ya entienda!

¡Quizás lo ha aprendido!

¡Quizás se arrepienta!

Planetas de hielos grisáceos,

siempre a la deriva,

sin chocar jamás sus romas aristas.

Sin vida …… Sin Vida …… Sin nadie al acecho ……

Sin nunca más vida ……

Tan sólo……. Queda ÉL, cayendo al vacío …….

…. Lo Eterno…………… Lo enorme, Lo inmenso, Lo basto, Lo denso,

inclinan sus cabezas, se humillan, se entregan.

Alzan la corona

triunfante, la toma

reinando se queda, …………

con severo rostro ……….. ese Gran ….

………. S i l e n c i o ………

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