A veces no sabemos la suerte que tenemos; de estar vivos, de estar donde estamos, rodeados de quienes tenemos.
No se trata de resignarse, sino de dar valor a quienes somos, a quienes son los que nos ayudan y nos aman,
Esta vida es tan dura desde que nos la llenaron de asfalto…
Por muchos avances, por muchas mejoras, el S.XXI deja mucho que desear. Solo el dinero prevalece ante todo, ante cualquier principio o moral. Podría atreverme a decir que es una nueva religión, donde se rinde culto a este material vacío de pureza, y tan lleno de sudor, dolor, esclavitud, y mordacidad.
A más objetos y cosas materiales nos rodean, más vacío se queda el mundo de humanidad, de caridad y de valor por un cambio.
Nos quitan nuestros sueños por nacer donde nacemos, nos quitan el derecho a cambiar, a mejorar, a decidir el rumbo de nuestra vida, sociedad, humanidad y de mejorar el mundo.
Parece que en esta vida si no tienes dinero no eres nadie. Si no tienes recursos te quedas atrás, es tu culpa! te acusan, no alcanzas el ritmo de la sociedad.
Ese ritmo frenético, consumista y deshumanizado, donde se pierde el mirar hacia los lados, ese ritmo competitivo, arrogante, envidioso, esclavizador y ruin.
Nos pueden quitar nuestras casas, expropiar nuestras tierras, cortar los suministros básicos, despojar de ropa digna, desescolarizarnos y no darnos ese título ridículo que el día de mañana te permita trabajar y conseguir ese dinero del que todos hablan y veneran. Y así poder entrar en la rueda, que siempre gira, que nunca para…
Solo porque naciste donde no debías nacer, o porque a tu familia no les fuera todo lo bien que les tenía que ir, esa es la cadena que te cuelgan , como un tipo de condena para toda tu eternidad.
Nos ven como números, como problemas, como ganancias, como sistemas, jamás como una realidad, sus mentes anestesiadas tan vacías de compasión, les impiden ver el sufrimiento que hay detrás de cada mirada de su gente, su familia, su vecino, un mendigo, un ladrón.
Veo robar a gente con los bolsillos rotos de tanto dinero, cede el ropaje ante tanto desfile de avaricia. Y luego al que roba unas migajas de pan, es castigado con el más duro de los castigos, pero ante mis ojos digo, es delincuencia o supervivencia coger algo que la sociedad como raza, como unión te deberían brindar.
Ellos no reconocen las calles, no están en la variedad de sueños y tormentos que vive un ciudadano común. Cada lágrima por cada gota de sudor, y malvivir porque el gobierno no se cansa de pedir más y más.
Y contemplamos la jugada pasivamente mirando como nuestra gente cae, como nuestra gente huye, como nuestra gente pasa hambre, como abusan de autoridad, de evasión, manipulación de medios, corrupción. Miramos atónitos sin presentar ninguna acción pacifica reparadora.
En los años 60 los jóvenes tomaron las calles, tomaron decisiones, podemos decir que lo intentaron, estaban movidos por el cambio, aunque se les desprestigiara por obstrucción al sistema , en un evento, se reunieron más de 500.000 jóvenes por una causa.
Por un momento de la historia se vio una esperanza, la visión de que una comunidad unida era viable.
Nos pueden saquear todo lo que deseen, y ponerle una tarifa al tiempo para robarnos la calidad de vida. Pero mientras haya sentimientos habrá esperanza, la única finalidad en la vida es ser feliz, ser fiel a uno mismo, saber estar en soledad, y compartir la compañía, ser honrado y humilde, tener caridad y empatía. Lidera tu propia vida de manera digna y respetada.
Un cambio es posible, es necesario. Empieza por tu día a día. Que nada ni nadie te lo amargue, la lluvia abusiva en los medios de información negativa y vacía nos están haciendo infelices aun a pesar de tenerlo o no tenerlo todo. Incluso está comprobado que a veces el que menos tiene se llena con la esencia de la vida, esas pequeñas cosas, que valorándolas la hacen ver desde otra perspectiva.
Cuando salga el sol agradece tu nuevo día, para hacer lo que realmente deseas, sin sentir miedos, solo escuchando esa voz interior y poniéndole ganas. La pereza es la peor compañera de viaje, te deja sola cuando menos te lo esperas. No hay que tener miedo a los cambios ni a ese deseo , ese impulso vital! Lucha por lo que deseas, haz realidad tus sueños, tus metas, tu destino.
No pueden quitarme mi paz, mi mundo interior, sus mensajes no pueden penetrar en mi consciencia, ahí mando yo, es mi parcela, mi hogar, y mi propia jurisdicción. No van a convencerme aunque tenga que amoldarme, yo deseo una vida alternativa, marcar esa pequeña diferencia ante tanta gente igual.
Mismos perfumes, mismos ropajes, mismo entumecimiento vital, competitividad cegadora, agresividad impulsiva. Defenderse de todo, del mundo. ¿A caso un ciego no puede ver que el mundo se está quedando loco?
Una pieza que cae, empuja la siguiente sin cesar, creando ese efecto mariposa tan desolador.
Mira por un momento tu vida, ¿Que podrías cambiar de ella? ¿ Por quién sientes dolor? ¿Te sientes realizado? ¿Absorbes los pequeños instantes que te brinda la vida? ¿Cuándo dijiste te amo por última vez? ¿Cuánto de entumecido estas?
Abre los ojos, busca tu camino y síguelo, ama, por encima de todo a ti mismo, ama a los que te rodean y díselo, merecen saberlo.
Y contempla tu vida en una meditación consciente. ¿Crees que puedes ser más feliz? ¿Que entorpece tu camino? Levántate y da el máximo de ti, exprime la vida todo lo que desees, hasta donde quieras llegar.
El pueblo al poder resiste a la autoridad – Thoreau
Hay tanto por ver, tanto por ver fuera del humo de la sociedad y de ese ritmo frenético. Dejemos que las cosas fluyan.
Como dice un refrán hindú: Al final todo sale bien, y si no sale bien es que no es el final.
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