Buscó tan dentro de ella que su dolor ya no era suyo.

Se basó en tan pocos echos que se creyó todas sus palabras.

Subió tan alto en el escalón del amor que pensó que si saltaba podría volar.

Una vez más, escondida bajo sus victorias luchó por ella, deshaciendo una a una como los gatos de sus vidas.

Ganó tanto perdiéndolo todo…

Perdió tanto por algo que no valdría la pena…

Intentó retomar el sendero que tantas veces le había llevado a la felicidad.

Construyó enormes muros que la protegerían de ese dulce y amargó sabor.

Revivió cada segundo que tuvo junto a ella, castigándose, humillándose.

Todo lo que tuvo se volvió oscuro, todo lo que fue se convirtió en nada.

Decidió esconderse en su memoria, cerrar las puertas a nuevos recuerdos agridulces.

Hasta que…

Llegaste tú.

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