Un cuento real

1896,Castrillo las Piedras España,nacía Pedro,su destino le deparaba días de mucha tristeza,su padre minero había muerto aplastado en la mina,su madre quedaba sumida en la pobreza y no podía hacerse cargo de varios hijos,por eso toma la decisión de enviar a 4 de ellos a América.

Pedro llega solo a Buenos Aires,siendo tan solo un niño,con sus ojos hinchados por el llanto y el corazón sangrando por tanto dolor.

Pasa corto tiempo en el hotel de los inmigrantes,consigue quien le dé trabajo de peón en las grandes estancias de la época,con las manos lastimadas,la espalda doblada y el dolor del desarraigo a flor de piel,pasa sus días,soñando y soñando…

A los 24 años se casa con una vasca francesa,Catalina,casi 10 años menor y tan pobre como él,la única fortuna que tenían  era el amor que sentían,de esa unión nacen 5 hijos,con la sorpresa de gemelas en el último parto.

Martha y Alicia así las llamaron,eran la debilidad de Pedro,que ya para este entonces era un hombre próspero en la zona donde residía con su familia.

Y acá es donde empieza el cuento real,soy hija de una de las gemelas,me crié con mi abuelos.Catalina me llenaba de amor y Pedro de aventuras que me narraba todas las tardes…»en la aldea donde nací y viví,estaba el señor cura,siempre que me encontraba trataba de azotarme,es que le rompía las tejas de la iglesia tirando piedras a las cigueñas que hacían sus nidos en el campanario,que era mi escondite..las cigueñas que traen a los bebés, abuelo? y respondía..si..jajajaj esas..en Castrillo caía mucha nieve en el invierno,y usábamos como unos zapatitos de madera para andar por afuera,y al llegar a la puerta de mi casa nos los sacábamos…

Y que más abuelo…! bueno las calles eran muy empinadas,por que allá hay montañas,y mi madre las subía para ir a misa,siempre vestida de negro desde que mi padre murió.

Y el viaje con mi mamá y la tía?..ah si,fue muy lindo poder llevar a conocer mi terruño a la abuela con las gemelas,que ya tenían 12 años.Mi madre aún vivía,así que tu mami y la tía conocieron a la abuela,tías,primos..la familia que tenía en España.

Los relatos de mi amado abuelo continuaron con el correr de los años, recuerdo que muchas veces ante mis preguntas inocentes,miraba el cielo,como buscando una respuesta en el infinito y sus ojos se llenaban de lágrimas y con disimulo enjugaba en su pañuelo de seda que siempre atado llevaba al cuello.

Siendo yo una mujer mayor,llegué a Castrillo…lo recorrí de punta a punta de la mano de mi abuelo,reconocí cada rincón y cada aroma,su casa,el campanario,las calles empinadas,viví en mi cuento real.

Abuelo que gusto tiene el agua del mar?…sabor a dolor,nostálgia con un poquito de sal…

En homenaje  a una de las personas más importantes de mi vida,Pedro Mendoza Callejo.

                                  FIN