Mi Historia

Toda la vida quise conocer qué secreto tan guardado tenía mi madre con respecto a su familia, nunca hablaba de eso, no había fotos de su familia las únicas que ví siempre eran de mi familia paterna, sólo sabíamos que su madre murió cuando ella era pequeña y que junto a una hermana las crió su abuela paterna, una mujer dura y agria.

Pero yo intuía que había algo más, su resentimiento y amargura la delataban, y mi curiosidad por conocer mis orígenes era incansable, fui creciendo y a la vez destejiendo esa gran madeja de  silencios que gritaban su verdad.

Fue así como un día tomé la decisión y le escribí a Gloria Márquez hacía unos veinte años que yo sabía de su existencia pero por cosas de la vida no la había buscado:

-Hola mi nombre es Victoria Bravo Márquez, tengo cuarenta y tres años, tu Facebook lo saqué de una amiga que tenemos en común. Creo que somos primas hermanas, tu papá y mi mamá fueron separados de pequeños cuando sus padres se divorciaron. A ella y una hermana las crió su abuela paterna.  Al menos es lo que pude averiguar ya que esta historia, su historia, mi madre la ocultó siempre y se llevó el secreto a la tumba.

Al día siguiente en mis mensajes tenía la tan esperada respuesta:

-Hola Marcela, sabía de tu existencia y la de tu familia por esta amiga que compartimos, nunca antes… mi viejo, que hace casi tres años falleció nunca hablaba tampoco de su familia. Yo tengo 42 y una hermana de 40. Sé que tenés un hermano y que tu mamá era enfermera . Sí, somos primas. ¿Qué loco no?.

Me dejaste una duda: cómo es que a tu madre la separaron de la suya con otra hermana? eso yo lo desconocía la verdad. Esa otra señora vive?  cómo se llama?… La historia de mi viejo la sé por arriba, él no hablaba de su vida. Sé su historia desde que se puso de novio con mi mamá. Sé que la pasaron muy mal de chicos, que tuvo que trabajar desde muy pequeño,  fue cuidador en un campo a los 12 años y del miedo que tenía de estar de noche y sólo no dormía, o se dormía sobre la mesa. Hay otros dos Márquez acá en Olavarría, a uno le dicen Beto y a otro Juanacho. . Por otro lado, la madre de papá se llamaba Obdulia Sacido (o sea, nuestra abuela) Esa señora, a la que ví pocas veces en mi vida  tuvo otro montón de hijos con un tipo de apellido Carrera.

No sé si esta era la respuesta a toda una vida de interrogantes pero sí sé que era la puerta de entrada a mi historia, la que siempre me intrigó y la que mi madre negó.

Fin