La llama bendita y misteriosa

La llama bendita y misteriosa

Eric Jackson

06/03/2020

“¡Qué lástima

Que yo no tenga un abuelo

Que ganara una batalla!” *

Pero tengo uno que sobrevivió una guerra, que no es poco. Un abuelo que ganó la batalla de la vida, esa que no le interesa a los generales y estadistas, esa que no figura en los libros de historia, pero la que silenciosamente mueve los hilos del destino de nuestra asombrosa humanidad.

Un abuelo que no fue un héroe, pero que venció al miedo, no una vez, no un día, sino por cinco largos años de trinchera.

Un abuelo que no gano una medalla, pero apostó a la vida en esas largas noches de amargura donde la muerte lo embelesaba como la única salida.

Un abuelo que simplemente dijo “si” cuando el mundo se caía, cuando ocultaba sus lágrimas de dolor e impotencia detrás de su raída mascara de gas, cuando brindaba cada noche por los que mañana no estarían.

Un día como hoy, pero hace 100 años, los generales decidieron terminar la guerra, vos, te sacaste la máscara, tiraste el fusil, tomaste tu ultimo trago de whisky y te preguntaste: “¿and now what?”

Gracias Charles William Jackson por sobrevivir a la Gran Guerra.

Gracias, por volver a la Argentina!

Este es un homenaje de todos tus descendientes, los que cada día y no sin dificultad, en este siglo XXI seguimos hilando nuestro futuro y manteniendo bien encendida esa llama bendita y misteriosa que no reconoce fronteras, ni banderas, ni himnos ni creencias.

Viva la vida!

Eric Jackson

* León Felipe – “¡Qué lástima!”

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