Mira que eres linda

Mira que eres linda

Lourdes

27/02/2020

«Mira que eres linda. ¡Qué preciosa eres!. Verdad que no he visto en mi vida muñeca más linda que tú».

Así, con esta cautivadora melodía y en palabras de Antonio Machín, se acercó mi abuelo a mi abuela para sacarla a bailar en aquellos años de una devastada y mísera España de posguerra, cuando lo que se llevaba era el agarrado y el vestido y el par de zapatos nuevos se sacaban a la calle solamente en domingo. Y ella, haciéndose la interesante, le iba canturreando un “quizás, quizás, quizás”. Pero nunca fue mi abuelo hombre que aceptara que le dieran largas fácilmente. Así que pasito a pasito y canción a canción se fue camelando a mi abuela con frases inolvidables, como aquellas de “toda una vida, me estaría contigo. No me importa en qué forma, ni donde ni cómo, pero junto a ti”. Ciertamente, él no desistía de su propósito. Hasta se apostaba debajo de su ventana para cantarle el “suave que me estás matando”, como si de verdad tuviera una espinita clavada en el corazón, suplicando por su amor.

Al final, ella cayó rendida a sus encantos y a su tenaz persistencia, todo hay que decirlo, ante halagos tales como “solamente una vez amé en la vida. Solamente una vez y nada más. Una vez nada más en mi huerto brilló la esperanza, la esperanza que alumbra el camino de mi soledad», embelesando a mi abuela con esa magia.

Y con ella agarrada del brazo y con carabina detrás, ¡cómo no!, se iban paseando por aquel “camino verde”, antes de que las margaritas lloraran de pena, como rezaba la canción. Y ella, completamente enamorada le hacía cariñitos a mi abuelo, susurrándole al oído frases como “cachito, cachito, cachito mío. Pedazo de cielo que Dios me dio. Te miro y te miro y al fin bendigo, bendigo la suerte de ser tu amor”. Y mi abuelo, loco de contento y más ancho que un ocho, iba pregonando a los cuatro vientos: “me gusta mi novia por su palmito. Me gusta mi novia por sus ojitos. Porque tiene la cara morena, porque sabe quitarme las penas”.

Y se casaron una mañana de primavera, jurándose fidelidad eterna, en una iglesia plagada de agujeros de bala, recuerdo descarnado de la infame reciente guerra, llena de querubines de dorada melena rizada que salpicaban sus muros. Ni rastro de aquellos angelitos negros que tanto reclamaba al pintor Antonio Machín, cuando le decía: “siempre que pintas iglesias pintas angelitos bellos, pero nunca te acordaste de pintar un ángel negro”.

Y vivieron largas vidas y compraron una casa que, aunque no era aquella “casita de papel” de la canción, les hizo pasar a mis abuelos más de una noche en la luna y un sinfín de días felices.


Temas musicales referidos en el relato:

«Mira que eres linda». Compuesta por Julio Brito. Interpretada por Antonio Machín

«Quizás, quizás, quizás». Compuesta por Osvaldo Farrés. Interpretada por Nat King Cole

«Toda una vida». Compuesta por Osvaldo Farrés. Interpretada por Antonio Machín

«La espinita». Compuesta por Nico Jiménez. Interpretada por Los Panchos

«Camino verde». Compuesta por Carmelo Larrea. Interpretada por Juanito Segarra

«Solamente una vez». Compuesta por Agustín Lara. Interpretada por Los Panchos

«Cachito mío». Compuesta por Consuelo Velázquez. Interpretada por Gloria Lasso

«Me gusta mi novia». Compuesta por Antonio Guijarro. Interpretada por Jorge Sepúlveda

«Angelitos negros». Compuesta por Andrés Eloy Blanco. Interpretada por Antonio Machín

«Mi casita de papel». Compuesta por Francisco Codoñer. Interpretada por Jorge Sepúlveda


Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS