Es mediodía, el sol abrasador parece que reventara hasta las piedras, las personas andan por la sombra de los edificios tratando de que las sombras de los mismos los tapen de la temperatura alta que a esta hora. Una buseta anda subiendo penosamente por la encrespada cuesta que va desde Capitolio hasta La Pastora, las personas van agarradas hasta delos vidrios y parecen araguatos que se agarran de su madre para no caerse.

Una de las pasajeras intenta hablar con uno de los integrantes de su familia, pero el volumen alto del radio del vehículo no la deja oir lo que le dice.

Al llegar a su casa observa que sus hijos, 3 en total se encuentran llorando porque tienen hambre, ella no lleva nada en las manos, no trae ningún alimento y es que no logro conseguir ni para comer.

Como trabaja de vendedora de libros, nadie le ha comprado nada y por lo tanto nada ha ganado, sus libros no les interesan a la gente, ya que todo el mundo anda preocupado por comprar comida, la cual está muy cara, el sueldo no alcanza para nada y lo poco que se consigue es nada.

Lucrecia se dirige al cuarto y observa a su marido acostado en la cama a esa hora, según el está cuidando a los niños pero no se preocupa sino por dormir, quiere decir que no pudo salir, ya que su madre, que es la que cuida los niños.

Los niños al ver a su madre salen corriendo para ver que les trajeron y su carita se hace aún más triste al comprobar que nada les trajeron.

Es ésta una situación terrible, ya que los artículos de la casa están inalcansables y si nada tienes, nada puedes comprar, aunque se lleve plata al sacar la cuenta de los artículos se observa que no es mucho lo que se ´puede conseguir.

Por ejemplo: un libro cuesta 100 pesos, te queda una ganancia de 30 pesos si lo consigues vender a ese precio. Un pan cuesta 30 y no alcanza sino para una sola persona, de modo que si son tres, dos se quedan sin comer o se comparten el pan en tres pedazos muy pequeños para cada uno.

Para trasladarse de una parte a otra de la ciudad el pasaje cuesta 3.000 por persona, si van y vienen en la misma dirección, serían 6.000 y si ganas 30 por libro hay que vender gran cantidad de libros para poder compensar el gasto del traslado únicamente.

Todas las personas están castigadas de esta horrible manera, los que no trabajan sufren las consecuencias porque no tienen ninguna entrada y solo gastan sin ninguna compensación.

En sentido general las personas ganan un sueldo diario de 5.000 y no pueden pagar pasaje de ida y vuelta, de manera que deben caminar para ir o para venir.

En la casa no hay manera de producir nada, hay que salir a buscar el ingreso si no se tiene un trabajo fijo y si se puede vender algo no se le puede sacar ningún provecho.

El marido de Lucrecia trabaja manejando un camión y le pagan 15 diarios, hace dos viajes diarios, uno en la mañana y otro en la tarde, debe trasladarse hasta la oficina donde le indican donde debe ir a llevar o a traer alguna mercancía.

Si la diligencia es lejos de la casa, estaciona el camión y duerme en él hasta que lo llaman y le indican donde debe ir.

Es ésta una situación terrible, no hay como comprar un par de zapatos para nadie, una camisa y un pantalón son tan caros que no se puede pagar ni con un año de sueldo.

Para comer en la calle no se puede entrar a ningún restaurant, ya que las comidas cuestan entre 6000 y 20000 pesos y por más matemático que sea la persona no hay ninguna opción.

En la casa Lucrecia decide salir para el mercado que está cerca, lleva una bolsa grande ´para traer lo que pueda o lo que consiga, van a tratar de rocoger comida de la basura que no esté tan mala, que sea algo que se pueda comer.

Al llegar al mercado observan ella y los niños que hay una cola bastante larga para registrar la basura, pasan de cinco en cinco en un espacio de tiempo de unos diez minutos, al llegar a esa hora deben abandonar el basurero, ya que van a entrar los otros que le siguen.

Al fin pasan y comienzan a registrar los paquetes, en ellos hay restos de pollo, pedazos de carne y algunas otras cosas que provienen de los restaurantes de la zona. como pueden en forma rápida van chequeando las bolsas que pueden y echando en la bolsa que llevan los restos de comida que consiguen.

Al finalizar los 10 minutos suena un pito y entran dos personas, de inmediato Lucrecia y sus hijos abandonas el basurero con una bolsa media llena de partes de alimentos.

Se dirigen a la casa con el producto de su incursión y al llegar a la misma ya está el marido de Lucrecia despierto esperando, le entregan la bolsa para que él la vacie, lo hace y salen a relucir lo que recogieron.

Entre los restos aparecen huesos de pollo a medio consumir, un hueso con restos de carne que se ve apetitoso y los niños se lo pelean para comerlo.

Unas arepas a medio consumir caen en las manos del marido de Lucrecia, él las toma y le da una a ella, la cual la devora con bastante rapidez, ya que el hambre apreta y hay que tratar de echarle algo al estómago.

Es ésta la vida si así se le puede llamar a la existencia que sufren todos los habitantes de esta ciudad. Unas conchas de plátano se las dan a los niños para que lleven algo más al estómago y se acuesten un rato a descansar de la búsqueda de alimentos en ese gran basurero.

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