Todo empezó en un verano caluroso, cada uno de los lugares a donde podía dirigir la mirada, me parecía que sonreírian con un radiante estado.

Estaba acostumbrado a despertar con las campanadas de las 11, de la capilla que no dejaba pasar ni un día, y siempre tan puntual seguía esa rutina de tocar las tres campanadas en la torre más alta. Pero hoy me sentía con ánimos, estaba seguro de correr tras ella. Pues ese amor que conocí ayer, no sé si segó mi desgano o alumbró mi ánimo. Hay algo que sí puedo afirmar con serteza: estoy pensando en cada uno de las ideas que sacaco por pensar mucho en aquella, que es vida dulce. Amor puro que entre latidos se permite agitarme en sensaciones, y yo un esclavo de cada una de ellas, atino a seguir sin ganas de quitarme cada una de sus cadenas que en ves de dañar mi alma, lo hacen más fuerte con su atadura. Por qué matarme tratando de quitarlas puesto que para elevarme hacia el camino más impuro. No debería sentir miedo de esto, ni tratar de quedarme sin las cadenas que son las cosas que forma toman en mi pensamiento, y en donde ella y yo somos los dueños de todas las historias que hasta se han creado en mis sueños.

¿Puede el amor darme tanta actividad en tan solo una noche? ¿No llevo ni días, y ya ella es dueña de cada uno de mis alientos? Ellos por su parte, se hacen cada vez más intensos con cada suspiro, con cada minuto. Liberarme dios de los amantes, Adonis, y has que la culpable no interprete mal mis ancisas, tomando a este por un entusiasta de los malos hábitos, mata todo posible mal entendido venidera con un poco de tranquilidad en los actos que daré frente a ella.

Noy hay manera de saber el saber el resultado de algo si no es por los actos, si me quedo en esta, de seguro que mi propia tortura terminara por matarme.

Estas líneas lo escribí después que te conocí aquel verano soleado. Conocerte había cambiado mi mundo, y lo sigues haciendo. llevandome a lo que soy hoy, un hombre que está lleno de todo. pues no solo viviría por mí, sino empezaba a hacelo por los y hoy que nace nuestra primera hija, lo quise mostrar. Pues cuando lo escribí me prometí hacerlo cundo este momento llegara. Te adoro mi vida…

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