MI FAMILIA

Esta es una historia más, como tantas y tantas otras, que imagino se producen día a día.

Si tiene un nacimiento, lo podemos enclavar en el día que mis padres se hicieron la foto de boda.

Quién puede llegar a imaginar, que una foto, donde en teoría hay por delante todo un futuro de ensueño, la realidad fuese tan distinta.

Mi madre tenía 19 años cuando conoció a mi padre. Él era algo mayor, poco más. En aquellos años, se cortejaba a la mujer. Algo que hoy día suena cursi. En estos nuestros días, todo va demasiado rápido.

Del matrimonio entre mis padres, nacimos 4 hijos. Rosario, que falleció con pocos meses. Mi hermano Vicente, que por suerte sigue dando guerra. Un tercer hermano, Ángel, que también falleció con menos de un año, del cuál heredé su nombre.

Desde donde me alcanzan los recuerdos, la vida para mi madre, no fue ningún jardín de rosas. Tuvo que vivir durante demasiados años, con diferentes tipos de vejaciones. Desde un control absoluto de cualquier tipo de gastos, hasta malos tratos físicos y psíquicos.

Si me tengo que quedar con algunos de los pocos recuerdos que pasé en mi niñez, mi preferido, son aquellas noches en las Navidades, que mi madre nos obsequiaba con un chupitín de licor 43 y otro de anís del mono. Esto, cuando nuestro padre estaba ya durmiendo claro!

Otro de aquellos gratos momentos, eran los días que mi hermano y yo, íbamos a pasar largos ratos a un parque que se encontraba como a 2 kilómetros de nuestra casa.

No fue tan grato, un día en el que mi hermano cogió carrerilla sin querer, debido al desnivel del suelo, y también a su sobrepeso. Afortunadamente, aquel maravilloso árbol, se cruzó en su camino, e impidió la caída de mi hermano por un enorme barranco. Una brecha en su cabeza fue el magnífico resultado de tan gran hazaña.

Ahora, lo que más me hacía disfrutar, eran las visitas a casa de mi abuela paterna. Donde vivían mis queridisimas primas Puri e Isabel, junto con Pepe, el hermano de ambas, la abuela Aurora y mi tía Pura. Por desgracia, estas visitas se fueron retrasando hasta terminar cuando aún era muy jovencito.

Volviendo a mi madre, lo único que voy a desvelar, es su fallecimiento a una temprana edad, 61 años. Fue encontrada en la bañera de su domicilio, con un golpe en la cabeza. No tengo claro a día de hoy, si el golpe provocó su muerte, o fue algo que la dio en la cabeza, y esto provocó su caída. Por suerte para ella, llevaba varios años con demencia senil, y no era consciente de la realidad que la rodeaba. No entraré a dar más detalles.

Mi madre era una mujer muy alegre, fuera de esos largos momentos de tristeza. Siempre estaba cantando coplas, y lo hacía muy bien. Es hoy día, y aún la escucho cantando : me casé con un enano salerito por artarme de reír. Ele ahí, ese tío que va ahí…

Mis padres se separaron, nunca es tarde , cuando yo tenía unos 17 años. Con mi padre seguí manteniendo contacto, asiduamente, y cuando murió en el 2015, quien estuvo durante dos meses, sólo y a su lado, fui yo. Hay que saber perdonar!

Durante muchos años, nos estuvo enviando dinero a mi hermano y a mi. Los últimos 5 años, sólo a mí, debido a mi situación particular. La crisis y la vida, se juntaron, afortunadamente, para hoy encontrarme feliz de hacer lo que hago, escribir 🖋.

AUTOR : Angel Márquez Díaz

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