El ultimo viaje de mi abuelo.

El ultimo viaje de mi abuelo.

Alejandro Mella

15/08/2016

Este cartel fue lo primero que vi al llegar a la casa de mi abuelo en 1976, colgaba de un arbol grande y viejo que cuidaba la entreda de su casa, en una ezquina decia con letras doradas » Mi Comadre». Me llamo la atencion pero no le preste importancia en su momento. El viejo como le decia mi padre con cariño llevaba años viviendo solo en esa casa grandre los dias los pasaba en un pequeño cuarto oscuro donde revelaba sus negativos de fotografia , tenia un par de gatos a los cuales no alimentaba y un perro tanto o mas viejo que el. Este ultimo en los dias finales de su vida fue parte importante de sus preocupaciones , no habia podido resolver con tranquilidad su destino y era su compañero. Antonio me grito desde el patio posterior cuanto me vio entrar con mi bolso. Estas echo un hombre por dios !!! Exclamo mi abuelo. Nos abrazamos un intante y al rato parecio que los años sin vernos no hubieran existido, los invierno y primaveras en el exterior pasaron al olvido, rapidamente tomamos la rutina de antaño. Yo por lejos siempre fui el nieto que mas lo visitaba, no perdia oportunidad para estar con el , me arrancaba en las vacaciones de invierno, en las fiestas y feriados largos sobre todo una ves que mi abuela fallecio en esos momentos fue cuando mas estuve con el , hasta que tuve que crecer y empezar a realizar mi vida, la universidad me quedaba en otra region y sin querer nos distanciamos. A la semana que llevavamos viviendo juntos me di cuenta que estaba muy delicado de salud, se cansaba rapidamente y al menor esfuerzo fisico se tenia que sentar y le costaba tiempo y fuerzas incorporarse, le pregunte si habia ido al medico y me respondio con ironia. ! Para que ! Luego se rio y me dijo. Hijo un hombre a la edad mia ya no quiere ni tampoco necesita ir al medico, eso es para maricas que temen a la muerte, sentencio. Me lo dijo con tanta seguridad que yo no quise insistir. Mi abuelo era devoto de la Santa Muerte, esta devocion la erredo de su madre mexicana al igual que el pequeño altar que tenia en su pieza donde sagradamente en las mañanas y las noches antes de dormir le rezaba esta horacion. «Gracias Santa mia por llegar en el momento preciso a mi vida, dias de vida con dolor adolecente, lluvia de tristezas juveniles, tormenta de adulto sin barco ni timon, tu presencia se destaca por la paz exivida, solo los hombres malinterpretan tus actos y no son capaces de conocer tu sabiduria, miedo generacional mal infundado en tu figura delgada, que denota muerte y terror y que por lo contrario es musica de vals peruano para mis oidos, cuando ando en las multitudes solo veo lo importante, que cada niño,que cada mujer y hombre lo unico que tiene seguro en sus vidas es tu abrazo tierno que llegara tarde o temprano.» Alcanze a estar con el un mes y medio antes de volver a mis obligaciones de hombre adulto, tiempo que me vasto tanto a el como a mi para comprender porque el viejo insistio tanto en que tenia que ir a verlo. Una noche despues de cenar me pidio que lo acompañara al patio , ahi era donde nos sentabamos años atras a jugar domino, me dejaba ganar siempre hasta que lo empece a superar. Me pidio que le pasara una manta que estaba un poco frio, agosto el mes de los gatos, me miro y sin rodeos me dijo. Hijo quise que vinieras porque me quiero despedir de ti como corresponde, como un hombre debe hacerlo,tengo la certeza que la muerte al contrario de lo que la gente piensa es vida y para mi no es el final de este hermoso viaje sino todo lo contrario, es el comienzo de luz, sabiduria y alegria. Sin darme cuenta me encontre con que una de las personas que mas yo queria se estaba despidiendo, mis ojos se llenaron de lagrimas y no pude controlar mi tristeza. Lo abrase con todas mis fuerzas como pidiendole que cambiara de opinion, que no se fuera que todavia quedaban veranos e inviernos en los cuales podriamos estar juntos, le tome las manos y lo mire a los ojos, en ese intante en su miraba me di cuenta que ya estaba decidido y que no daria vuelta atras, no era de esa estirpe el siempre fue de verdad. Nunca quise saber como lo iso, solo supe que a mi padre le llamaron diciendole que el abuelo habia amanecido en su cama muerto, el secreto lo guarde durante años tal cual el me pidio y solo ahora tome la decision de compartilo con ustedes.

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