El pan, vivir solo con el recuerdo.

El pan, vivir solo con el recuerdo.

Maria Torres

20/07/2023

  Antes de escribir mi historia te pido por favor, tu opinión es muy importante para una escritora la opinión de sus lectores, gracias.  

El pan es mi enemigo n°2.
Desde mi infancia,  mamá preparaba café con leche, una rebanada de pan.

Yo esperaba las 4.00 pm para comer la  merienda. 

Cuando llegaba visita, yo era la primera en la mesa para comer  pan con mantequilla y café con leche, ese olor, metia el pan en el café,  recordar ese sabor me hace agua la boca.

Crecí sin faltar el pan en la mesa.

Aún que ya no era igual,  el café era lo que lo hacía especial cuando vivía en casa con mi mamá. 

 Se compraba en una tienda cerca de la casa, el pan de papa. Venían 8 unidades en la bolsa, eran redondos, dulce.

amo tanto el pan que los aprendí hacer.

pan de queso, pan de guayaba, pan de jamón,  pan de arequipe.  Variedad de pan siempre en mi mesa.

Cuando viajaba a Colombia a visitar a mamá,  compraba bolsas de pan a diario. Me comía hasta 6 en una tarde, los de Colombia son diferentes dulces y pequeños. 

En Colombia es difícil conseguir el pan canilla o campesino en mi país  Venezuela es el más común. Cuando hubo la crisis de escasez en Venezuela no se conseguía pan, ni harina. Sólo vendían una harina artesanal, se hacía el pan integral. Mi mamá venía a  Venezuela cada 3 meses y me traía más de 30 panes de Colombia. En 2 días se terminaban,  tomando café y contando historias. 

Campesino es el tradicional  un pan grande y salado de corteza dura, se rellena con queso y  jamon, un poco de salsa, la mejor combinación con una cola negra.

 De guayaba,  ideal para la merienda.  Aquí es común conseguirlo en bolsa de 8 panes.

 De coco, es redondo, dulce. 

El pan de arequipe, es el más dulce.  

 De sandwich ideal para desayunar relleno con un huevo revuelto y café. También con mermelada. 

El pan de jamón es el tradicional de diciembre,  ese olor característico. Relleno de jamón ahumado,  pasas, aceitunas, tocineta. Yo le sacaba las aceitunas. 

Diciembre sin pan de jamón,  no es diciembre. 

desde niña, los recuerdo de ese sabor y olor.

No se como vivir sin él. Una tarde sin pan es como una tarde sin gracia.

El destino me hizo una jugada y me separa de él.

No puedo comer pan. A mis 42 años, me diagnosticaron diabetes. 
Es como si me arrancará una parte de mí. 

no se como vivir sin el pan,  trato no pensar en él. 

Es él o mi salud.

El pan de cada día,  se esfumó de mi mesa y solo queda el recuerdo de aquel  dulce sabor. 

No se aún como puedo vivir sin el.

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