Receta para el exito
Don Valente, el panadero, se acercó a la alacena. La harina temblaba de emoción, imaginando que finalmente sería su momento de brillar. Don Valente abrió las puertas de la alacena
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Historias del pan 2 Don Valente, el panadero, se acercó a la alacena. La harina temblaba de emoción, imaginando que finalmente sería su momento de brillar. Don Valente abrió las puertas de la alacena
La lluvia se hacía crecer mientras que el viento intentaba frenarla. Los limpiaparabrisas saltaban de manera automática a la imprevista. Un vehículo se paraba. ―Buenas tardes, ¿hacia dónde la llevo?―. Decía una voz ronca y áspera. Acompañada de una carraspera con una tos seca a la vez que inhalaba una última calada a una colilla...
El robusto asistente del turno de la tarde apareció de improviso. —Lo voy a llevar al solcito, don Gilberto…, —dijo. Y con la maestría de la experiencia, trasladó al octogenario en su silla de ruedas a través del amplio patio y lo ubicó junto a un macetón, en el que ostentaba su lozanía un geranio...
Cuentan que Honorato, el hijo del panadero, fue concebido en la cocina una noche de deseos urgentes. Fue tal la intensidad del momento que Simón y Jacinta terminaron apanados con harina y huevos. Tal vez el semen fermentó con la levadura y el útero sirvió de horno. Y como era de esperarse, unos meses después...
(Al pan, pan y al vino, Albino Fernández, criador de canarios. Esta es una broma familiar que a mí me hace mucha gracia. Y cuanto más la cuento, más graciosa me parece. Igual que el chiste de Eugenio sobre los franceses, que hay que ver como son; porque que al pan le llamen “pain”-con su...
En Hogazaraín se horneaba el pan más delicioso de todos los reinos conocidos, y para incrementar su fama, el monarca dictó una orden obligando a todos los recién nacidos de su territorio a llegar al mundo con una hogaza bajo el brazo. De no cumplir el mandato, la criatura desobediente sería exiliada o encerrada para...
– ¿A qué sabe el pan? – pregunto a mi madre. Sentada en la silla de ruedas, pequeña, encogidita no me responde. – ¿A qué sabe el pan? – repito. Y ella tan tranquila, sin responder. Me mira con los ojillos entrecerrados con una risita que me parece burlona. Y no puede ser, pienso. Está...
Mis abuelos tenian un horno de pan, en aquel pequeño pueblo de la sierra granadina, donde cada mañana, antes de que la madrugada se fuera a dormir, ellos ya empezaban a amasar el pan de cada día, para que unas horas despues, aquellas madres y esposas de delantal de paño y pañuelo en la cabeza, fueran...
Primeramente se tomarán trozos de masa de unos 300 gramos, se formarán bolas y sobre ella se pondrán unas tiras de masa que simularán los huesos de una calavera, luego se pintarán con una mezcla de huevos batidos y azúcar blanca. Seguidamente se meterán al horno de leña y se esperará a que se cocinen...
Todo el mundo lo quería al tío Anselmo. Cómo no querer a un tipo alegre, amable, comprensivo y servicial que conquistaba los corazones de todos. Hábil contador de anécdotas, tanto propias como hurtadas o inventadas, el tío era siempre un centro de atención. Solo le faltaba ser un poco más laborioso para ser un modelo...
Hoy inicia un nuevo día. Despierto, pero no quiero abrir los ojos… aún no. El reino de Morfeo me seduce, me atrapa, me embelesa. Desde niño aprendí a dominar mis sueños, a elegir qué soñar cada día. Basta con cerrar los ojos, despejar mi mente y atrapar una idea que me traslade a un momento...
Pancror se llamaba la rebanada cubierta de mantequilla que se derretía a la espera de un mordisco, que no llegaba. En sus confines habitaban: un huerto de plantas carnívoras, un castillo con plumas verdes y un elefante con cinco trompas. La convivencia entre ellos era pacífica; el elefante, el único que podía caminar, no se...