El burdel de los abrazos de pan
Cuentan que Honorato, el hijo del panadero, fue concebido en la cocina una noche de deseos urgentes. Fue tal la intensidad del momento que Simón y Jacinta terminaron apanados con harina y huevos. Tal vez el semen fermentó con la levadura y el útero sirvió de horno. Y como era de esperarse, unos meses después...