Pan y Literatura.
Todo conforma nuestra existencia: un trozo de pan , una obra literaria, la memoria y el olvido.
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Todo conforma nuestra existencia: un trozo de pan , una obra literaria, la memoria y el olvido.
Dicen que la primera palabra bíblica es "pan". Evoca recuerdos de mañanas silvestres, con ventanas abiertas y aromas a harina, masa fresca, manos suaves y pacientes. Es un ritual que respeta sus tiempos y descansos, un viaje para disfrutar e imaginar la mesa, los platos, el murmullo de los comensales y las sillas que se arriman, todos esperando ese momento único inseparable del plato: la hogaza de pan.
En una época de leyendas y hazañas, en el corazón del vasto Imperio Romano, un hombre se destacaba no por sus conquistas militares, sino por su maestría en un arte más sutil y esencial: la elaboración del pan. Su nombre era Marcus, y su historia se entrelaza con la de los grandes emperadores, la sangre...
Cuando fuimos a vivir al campo, pude ver a las verduras en la tierra, distintas a como las exhiben en la feria o en los libros del colegio que disfrutaba en las clases o en casa. Parecían más complejas y no tan perfectas como esas imágenes en color que pasaban por mi mente. Recuerdo las primeras calabazas que vi. Me parecieron tan inmensas y un poco apocalípticas porque la mayor cosecha ya había pasado y algunas de ellas seguían ahí, entre hojas amarillentas, tierra y raíces. Se mantenían imponentes por su tamaño y esa cáscara gris verdosa que me miraba como un verdadero caparazón.
-Mi abuela dice que cuando se muera quiere que metan sus cenizas en la harina y al pan se lo den de comer a todo el pueblo – decía Máximo a sus compañeros de segundo grado mientras se limpiaba el barro seco de las medias en el patio del colegio. En la sala del director...
Tengo recuerdos vagos, recuerdos que, aunque borrosos y distantes son amenos y alegres. Recuerdo estar carajillo, siendo temprano en la madrugada, y escuchar a mi abuela palmeando tortillas en la cocina, haciendo la masa para el pan de la tarde, preparando el café chorreado para el abuelo. Recuerdo que el reloj no era quien despertaba,...
Bueno chicos ya se han cerrado las fábricas y por lo visto no tendré más nietos. Por lo tanto, es menester que aprendáis la filosofía del pan. Los más grandes enseñaréis mi legado a los más pequeños cuando esta vieja haya dejado este mundo terrenal. Tuve cinco hijos que han seguido mis pasos ellos harán...
A las seis café y pan. Es todo. A las seis café y pan caliente sobre la mesa de una cocina chiquita como un botón, un botón de nácar que cierra una camisa blanca de algodón con forma de mantel. Una cocina chiquita como un botón es la parte más tibia de una casa pequeña...
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Las veces que me vi perdida, cualquier cosa, un insecto, una gota de vapor, un detrito, me guiñaron un ojo, me señalaron el camino. Quizás todo sea más simple de lo que imagino. Más simple digo, no más feliz.
Él, el pan duro, es un perro viejo por así decir. Un perro algo vapuleado por las inclemencias del tiempo y las circunstancias. Nadie lo quiso, pero aprendió a defenderse. Su coraza, cual personalidad forjada y educada por los mas severos maestros de la vida: La soledad y el desamparo, pone en serio peligro la...
El pan se deja amasar entre magdalenas y hojaldres. Luego se humedece, su masa crece lentamente en el horno de barro, y todo huele a levadura fresca, manteca y leche tibia. Abrió la puerta de la panadería: no olía a nada, y lo supo enseguida. –Buenos días –saludó la panadera– ¿qué le pongo?–Una barra de pan...