Aquel beso inolvidable

Aquel beso inolvidable

Marcelo Mazzeo

06/03/2021

Raúl es un empleado Ferroviario, que vive en un Pueblo de campo durante los años cuarenta ,quizás su trabajo,  lo lleva a ser muy codiciado entre las solteras de la sociedad en que se mueve. Muchacho de porte altivo, delgado, elegante de piel trigueña. muy respetado y responsable pero con una desfavorable reputación para las madres de esta época que lo consideran un seductor sin competencia.

Una antigua amiga de Raúl llamada DAMITA, lo pretendió por mucho tiempo, sin lograr que Raúl se interesara por ella ya que estaba muy enceguecido con TERESA, la mujer que él decía: sería el amor de su vida.

Raúl se relaciona con un amigo que se llama LUCIANO, con quien pasa gran parte del tiempo ya que es un compañero de trabajo, a él le confiaba todo y en especial le hablaba de esta mujer que lo volvía loco;

– Se llama Teresa

– Ha si, ya sé…. y estás locamente enamorado

– Y si, ¿se me nota?

– No que se te va a notar (ríe) el hecho es que ella te de corte amigo.

    Teresa es de buena familia y de acuerdo a lo que se sabía de su Madre la estrategia iba a estar terriblemente obstaculizada por esa mujer que impedía la relación con ella. 

    Raúl fracasa en un baile cuando la Madre de Teresa lo interrumpe en plena conquista, impidiendo que esa galantería logre sus frutos.-

    Acongojado Raúl repitió una y otra vez a Luciano que después que él bese a Teresa no habrá nada que impida una unión permanente;

    – A ya sé; …. -: Besas mejor que nadie (ríe)

    – No pero cuando beso lo hago con amor al igual cuando la miro, cuando acaricio es ahí el verbo amar y lo que será un beso inolvidable.

      Damita sabiendo las intenciones de Raúl, tiende una trampa para evitar que ellos en algún momento se encuentren e intenta enviar una carta a Raúl para confundirlo y sacarlo de esa situación de enamorado. Luciano que no perdió pisada de su amigo logra frenar a tiempo esta noticia; La carta es interceptada por Teresa y es guardada sin leer.

      En un segundo intento casi con timidez adolescente, con un miedo a hielo frio surcando la espalda, con algo de piel punteada en fragancia juvenil, entre esos Rizos ondeantes de una cabellera sutil, entre manos que se escurren en esa ceda invisible que transfigura la piel; es que Raúl besa fervorosamente a Teresa quién responde de la misma manera y pasión en un encuentro abrumado de intenciones de un beso programado, pero no imaginado, un beso inolvidable que irradia luz en ambos cuerpos estremecidos.

      Luciano quiere saber qué encontró en ese beso. Raúl no tarda en explicar; se dio todo con una naturalidad tan pero tan especial, en un ambiente logrado no imaginado tan surcado por intenciones verdaderas que ese momento quedó en él; como un verdadero Recuerdo de Herencia.

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