I
Isaías, dieciocho años pecoso, mejillas coloradas por este invierno irreverente , też bronceada de surfear en las frías aguas del Atlántico , Carolina una migrante que llegó en 2.017 de un país desaparecido , la conoció en la escuela conectaron , amigos por dos años, hasta que se dieron cuenta que estaban destinados :
-Qué vas a hacer este fin de semana?
-Nada, dormir.
-Entonces hablamos.
-Bien.
Comenzaron interminables conversaciones para olvidar la pandemia . Se volvió un romántico , el pro’ximo pasó es muy importante, invitarle a salir y… Besarla. De ello depende seguir de novios :
– Mariela dice que lo hago bien … arpía, traidora, ,ahora solo quiero a Carolina, maldita cuarentena me voy en moto donde Carolina!
Años turbios con Mariela, los domingos madrugaba, se bañaba, comía algo y salía a las seis en el primer tren, llegaba a las ocho de la mañana, pasaba hasta las siete de la noche con ella, sin otros amoríos , pero ella , pensaba en otros que conocía , así hasta que la vio, le dijo que se iba temprano y se puso a vigilarla, entonces , no habían pasado veinte minutos y estaba con otro, abrazándose, recostada a su pecho, Isaías se fue , llego’ a su casa y le llamó , no contestó, entonces le mandó un texto:
-¡ Desaparece de mi vida, te vi con el tipo de la venta de relojes !
Fueron llamadas una trás otra… Diez, veinte ? No contestó , le dolía el engaño .
Carolina le consoló, le ayudó a superarlo, a su vez ella también estaba al lado de un sinvergüenza al poco tiempo todo acabó. Ahora con Carolina era diferente ella entendía el ser sinceros como una prioridad, parte importante de lo que viven, la confianza.
Su mamá, una romántica incurable tenía mucha películas en su cuarto todas de amor, tenía dos blanco y negro, con unos nombres extraños,en la primera el hombre no tan joven miraba a la chica con mucha seriedad y rápidamente la besaba como tenía bigote no se veía nada, parecía fingido, vio la escena como diez veces, pero igual no lo convencio’, en la otra , el galán le pareció feo, muy huesudo y siempre con un sombrero, un cigarro y un whisky:
– Este tipo no me parece.
Empezó a ver actores renombrados actuales y pocos le gustaron faltaba algo, en algunos vio algo como pasión rebuscada, otros cierta ternura, algo como forzado , ninguna película le pareció suficiente, algo faltaba, no más empalagosas películas románticas, se sentía preparado, buscaba hacerlo mejor que todos los y que galanes, pasó la lengua por sus labios como probándolos, luego se acostó .
Al otro día , se dirigió a su casa , lo esperaba , fue un beso torpe al principio, un poco de pasión luego, un final tierno.
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