Una noche sin sus besos

Noche. Pasaron las horas. Ya casi renace el sol. Dentro de mi ser la angustia más hermosa y a la vez deseada.Ya aparece en el letrero su vuelo; toman tierra mis deseos.Se siente renovado el aire dentro mío. Se oxigenan los sentidos de la piel. Asustado recorro los pasillos de Barajas, cual vagabundo en busca de cobijo un día frío.Nunca la toqué, pero la siento. Sienten mis labios esa dulzura de la carne. Esas ganas de arrancar sus ropas, despojarla de todo, arrancarle incluso el aliento en cada beso. Seducirla con cada caricia de mi lengua. Sentir su boca fundirse junto a la mía. Renombrar los sentidos luego de besar el cielo. Es una mañana mágica, casi un sueño. De pronto, la veo delicada, llegando hacia mí. Una esencia que nunca antes tuve en mis brazos, siento el calor de sus besos. Tal vez no lo crean, pero son los mismos que saboreé en cada uno de mis sueños. Cómo explicarlo…Un beso es la esencia misma de una vida entera. A veces dura y sin pasión, a veces placentera y gozosa. Un beso de esos que moldean una sola piel. A veces oscura, el beso de la despedida que nunca se quiere dar por temor a que sea el último. Puedo vivir casi sin nada, pero no soporto cerrar los ojos y ya no sentir tus labios. Era de noche, ya casi renacía el sol y allí estabas tú…Y allí estaban mis besos deseosos de encontrar los tuyos.