La Casa de la Bruja

La Casa de la Bruja

zeferino silva

03/10/2018

Era una noche oscura y tenebrosa; la luna se ocultaba detrás de gruesos nubarrones y mi tía Eloisa tapada hasta la nariz mirando solo las sombras alrededor de la habitación. Se había ido la luz y ella tenía miedo de levantarse y revisar los fusibles de la caja de control, cuando en eso escucho un ruido.

Chin.., esa no es la historia que quiero escribir.

Dicen que si la vida te da limones tienes que aprender a vender limonadas.

En mi barrio vive una bruja y no hablo de esas que no tienen dinero sino de una verdadera bruja, todos en el barrio la conocemos: consulta personas los miércoles y los sábados. Los días que atiende siempre hay personas sentadas en la banqueta o paradas frente a la casa y en esa casa hemos visto desfilar personas de todas las clases sociales, no crean que la brujería es exclusiva de los plebeyos, ¡Claro que no! todos somos humanos.

Y por cierto nunca supe porque el mal del “zambito” a lo mejor es una enfermedad que les pega a los vaqueros o tal vez son ladillas por caminar con las piernas abiertas, bueno… así me lo platico un amigo del primo de la novia del vecino que vive enfrente.

El caso es que platica la gente que con el correr de los años amaso una gran fortuna y fue cuando se quiso hacer más “nice” comprando una casa en un barrio elegante y construyendo un consultorio que ya quisiera cualquier doctor de renombre, con su respectiva secretaria al frente.

Vendió su casa en el barrio dejándole a la señora que le compro unas tarjetas de presentación que mando hacer con la nueva dirección de su nueva casa.

Quedaron en el entendido que a todos los clientes les entregaría una tarjeta, pero aquella señora en cuanto vio la demanda que tenia la bruja se dijo: “de aquí soy” y en un afán de superación estudio un curso de 3 horas en internet de como ser bruja, demostrando que la brujería no es de la persona sino que es el lugar.

´´Un buen lugar es el que hace el negocio´´

Pues pasado algún tiempo la primera bruja se dio cuenta de su error y vino a tratar de comprar la casa de nuevo ofreciéndole hasta el triple de lo que le pagaron por ella, pero como se imaginaran la segunda claro que no aceptó.

Si ustedes han visto la película la espada en la piedra; cuando se enfrenta Merlín con la bruja, pues no tiene nada que ver, pero si vieran las maldiciones que se echaron, creo que hasta las cenizas de algún abuelo de ellas salieron a relucir y ambas se maldijeron de por vida.

Al final la segunda bruja se quedo con la casa y el negocio y ahí sigue los miércoles y los sábados sacándoles el billetito a todo el que se deja.

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