Hoy, cebiche con tostado y cerveza

Hoy, cebiche con tostado y cerveza

Hugo Noboa

30/07/2020

Claro, ella bonitica, viendo la última serie de netflix. No se pierde una. Yo cocinando como todos los santos días que ya dura esta cuarentena.

Hoy para el almuerzo, cebiche de pescado. Aprenderán, ya me he de morir. Pero primero una cerveza, bien fría.

Qué melancolía, no hay pescado fresco, de ese recién recogido por las redes de los pescadores. O traído en esas camionetas veloces que salen de madrugada con la pesca del día en grandes toneles con hielo.

Está vez, pescado congelado. Da ganas de llorar. Pero es así o no comemos cebiche.

En este punto, otra cervecita no cae mal.

…Pensándolo bien, no está mal el pescado, cuatro filetes de dorado. Hoy decido hacerlo diferente. No lo troceo antes de hervirlo con sal, pimienta y ajo.

Me doy un respiro, otro vaso de cerveza bien fría.

Desvarío: Mi familia y amigos disfrutan mi cebiche. O eso creo. Así como les encanta mi fritada y otros platos criollos. Mi ajiaco bogotano suele tener comensales contentos. Al menos, así dicen. Pero ya no estoy seguro, porque en este punto me siento algo mareado.

El secreto de un buen cebiche, es ante todo un buen pescado, o buen marisco. ¡Brujo!

Luego vienen los demás ingredientes y las varias formas. No es igual un cebiche en la cálida Tonsupa, que en Puerto López o Puerto Bolívar. Y éstos no se parecen al cebiche peruano que he disfrutado con una cusqueña. ¡Tiempos lejanos!

“Es una sopa de pescado, fría y ácida”, decían unos gringos.

A los más comunes, de pescado, camarón o concha, se suman los de cangrejo, calamar o exóticos mariscos de la costa ecuatoriana, como la pata e mula o el spondylus, concha sagrada ancestral. Hay mixtos de dos o más mariscos. Para los vegetarianos también: cebiche de palmito o de chochos con chulpi, popular y sabroso, mejor en El Ejido.

Mi cebiche se parece al manaba. Con cebolla perla, pimientos, rojo y verde, como bandera de México; y harto culantro picado. De líquido predomina la naranja, pero caldo del pescado y limón también. Sal, pimienta, mostaza, un chorrito de aceite de oliva y listo. A la refri antes de servirlo.

Se lo acompaña con tostado y, si hay a mano, chifles o patacones. Algunos prefieren con canguil o arroz, cuestión de gusto. No pueden faltar unos limones cortados, ají y una cervecita fría, aunque alguien preferiría vino blanco.

Raca pun, PUUUM, raca, raca, pun. Revienta. Primero una pequeña explosión, luego más y más, una ráfaga, el clímax. De vez en cuando la artillería. No estamos en guerra, pero parece. No se canse de mover la cuchara de palo, la mía está quemada de tanto hacer tostado. Cada explosión un maíz reventado, son los boccato di cardinale, tan suaves y saladitos que se derriten en las muelas.

¡Buen provecho! Ya hace hambre y lista está mi fría… ¡Salud!

Ahora recuerdo, mi suegra decía que la mejor parte del cuy es la cerveza.

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