EL AMOR JUNTO A LOS SENTIDOS OLORY GUSTO

EL AMOR JUNTO A LOS SENTIDOS OLOR Y GUSTO

De los cinco sentidos, el olfato y gusto son aquellos que menos importancia le damos, a pesar, de que el gusto es el último que perdemos al dejar de existir.

Pienso que ambos, están muy relacionados con el amor.

El amor, claro está, mora en todo, es absoluto y global.

Hoy día de la Festividad del Carmen, el destino ha querido aposentarme en Madrid. Es un día muy caluroso, así como todos los que estamos viviendo durante este Julio. Un vientecillo penetra por mi ventanal, es el que me transporta al lugar del que provengo.

Me hace volar con mi imaginación a carreteras empedradas, donde mi alma descansa junto a yerbales, en los que su verdor se ha apagado por su climatología, son paisajes áridos, amarillentos, más mi olfato ha volado junto el zumbido del viento a orillas de mi mar, donde mis pulmones se han ensanchado y desde allí mi paladar se ha activado junto a la figura de mi AMA.

Frente al fogón de la cocina, puedo contemplar su silueta. Su único adorno que la cubre es un delantal. Sus manos muy ligeras, juegan de un lado para el otro en su cocina de gas. Dos cacerolas y otras dos sartenes van llenándose de ingredientes. Sus brazos, al descubierto, me permiten acercarme a ellos y una vez olidos, con suavidad, me permito acariciarlos y con delicadeza mientras aprieto mis labios saboreo con un beso el gran amor materno.

Amor grande por todos los suyos, amor por elevarles su gusto al máximo, el mayor placer de degustar sus babarronas, sus kokotxas en salsa verde, sus sorprendentes morros de ternera y como colofón su extraordinario arroz con leche.

Todo acompañado por la música, su:

Gabak Zabalyzen ditu, ……………… Lejos de aquel instante,

Izarren bidetam, …………….. lejos de aquel lugar

Zure irudi maitea …………….. Al corazón amante

Dator amesetan …………….. Siento resucitar

Intento seguir sus pasos, me coloco su delantal, aunque esta vez mi fogón es una cocina vitro, intento desarrollar mi máximo amor, me aventuro a girar mis manos con la intensidad que ella lo hacía, entono su canción favorita, más ¡oh falsa realidad! no es posible, no consigo igualarlo.

No me interesan los restaurantes cinco estrellas, el mejor de todos lo degusté en mi hogar, aquel que casi todos los días era impregnado por amplios goterones de lluvia, aquel en el que olfateaba el salitre del bravo mar, mis paseos surcados por verdes prados , adornados por sus riachuelos de aguas puras y cristalinas.

Es precisamente en este día del Carmen, cuando resbala mi nostalgia hacia aquel delantal, aquella cocina de gas, enfrente, mi AMA guisando para todos con su mayor amor y también con el mejor sabor.

Un abrazo hasta donde estés, aunque no quiero verte con el mismo delantal, prefiero admirarte como mi ángel con sus hermosas alas blancas.

F I N.