Las escenas que me vienen, que temo, y que pienso no las imagino, Las recuerdo. Nada que no haya visto.

Algo que viví a los 7 años tiene que ser normal y sano, Son cosas que pasan a diario.

La relación que conozco, en la que me criaron en la que formé mi idea de pareja. Esa no es la que tiene que ser “naturalmente” , pero no es la que quiero, y aún mucho más importante, no es la que voy a tener.

No es la que engaña, la que miente y la que oculta. Pero de todas formas aunque la relación sea otra a qué la que conocí. tomo un comportamiento oscilante entre las posturas que si conozco. Entre la víctima y el victimario, entre el infiel y el engañado, entre el ignorado y el indiferente.

Hoy en día sigo todos los pasos a dar para tener una relación sana, linda y amorosa. Lo único que todavía me parece injusto es que para mí esos pasos tengan que ser de alguien que está aprendiendo a caminar, y no de alguien que ya camina naturalmente.

A veces algunos ámbitos de la vida nos parecen fáciles, algunas cosas se nos dan mejores que a los demás, y creemos que somos superiores. No admitimos otra forma de pensar.

Cuesta mucho entender la percepción de los demás con nuestra mirada, Cuesta mucho entender que alguien que hace las cosas de manera anormal para nosotros, en realidad la está haciendo a su manera.

Difícil no solo darnos cuenta de la diferencia entre ellos y nosotros, Sino también aceptarla y entenderla.

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