Llevo varias horas caminando bajo el sol, por suerte el hecho de que hace frío me ayuda a seguir caminando.
Mis pies avanzan con dificultad sobre una arena fina y blanca. Si alguien me hubiera avisado que para llegar a mi destino, tendría que caminar tanto, creo que lo habría pensado dos veces.
Veo a lo lejos algunas siluetas, no alcanzo a distinguirlas del todo, pero por lo menos me ayudan a saber que estoy bien encaminada.
Al anotarme en esta experiencia no me explicaron que no iba a saber dónde estaba o hacia donde me dirigiría.
Todo surgió de ese aviso, ese pequeño aviso que vi en Instagram, «se buscan voluntarios para un experimento de Psicología», anunciaban una buena paga y yo no tenía trabajo, ni familia, ni nada que perder, así que pensé, ¿Por qué no?…
Me prepararon en un consultorio médico, me explicaron que tenían que ponerme un dispositivo que iba a leer toda mi actividad cerebral durante el tiempo que dure el experimento, incluidos mis pensamientos.
Es un prototipo (por eso pagan tan bien), así que tuve que firmar un deslinde de responsabilidad gigantesco, ni lo leí, demasiadas páginas de palabras médicas y legales.
El experimento, según me dijeron consiste en llegar desde el lugar a donde ellos me dejaran hasta el centro de estudios. Una tarea fácil, un par de kilómetros en línea recta siguiendo la dirección que ellos me darían.
Me dormí por la anestesia, sobre la camilla en la cual me iban a colocar el supuesto prototipo, antes me lo habían mostrado, no era más grande que una legumbre. No me preocupó.
Cuando me desperté estaba acostada en la arena. Lo único que pude ver era una flecha dibujada a mi lado que apuntaba hacia donde supongo que tengo que caminar. A mi alrededor no se ve nada solo kilómetros y kilómetros de arena, el cielo tiene un extraño color verdoso y el sol brilla impiedoso.
Camino hacia las imágenes que veo a lo lejos, por más que avanzo no he notado que se acerquen. Parece un edificio, no sé, no lo veo bien.
Tengo que detenerme un rato, mi zapatilla derecha se ha llenado de arena, así que me la saco para sacudirla, veo algo adentro, hay un pequeño papel doblado, lo saco y leo, «I Z». ¡Qué raro!, alguien debe haberlo puesto ahí, seguro, ¿será acaso una pista? Miro a mi alrededor, no veo nada distinto, ¿será que pusieron ese papel para que haga algo? ¿será para ver que siento al respecto? no me olvido de que es un experimento psicológico, aunque no se bien que implica eso.
Vuelvo a mirar, nada, ¿habrá alguien más por aquí? en todo este tiempo no he visto a nadie. ¿Será que tengo que cuidarme de algo? ¿o que tengo que buscar algo? pero si acá no hay nada.
Por las dudas me giro a la Izquierda, supongo que deberé tener que caminar hacia allá.
Por el papel… pienso…
Sigo caminando, por ahí aparece algo, o alguna pista… ¿izquierda? ¿eso será IZ?
Me siento cansada, no hago mucho ejercicio últimamente, tal vez debería empezar a caminar (no ahora, claro, ahora ya estoy caminando) pienso que debería caminar con más constancia, o inscribirme en un gimnasio o algo así, cualquier cosa que me saque de estar sentada en el sillón todo el tiempo.
Pobre al que le toque interpretar los datos de mi estudio, o el que esté escuchando lo que pienso. Debe estar muy aburrido.
Debería tratar de pensar en algo importante, pero no se me ocurre nada. No puedo sacarme de la cabeza la mancha que se hizo en el sillón anoche, cuando volqué la coca. Y la lista del super, hice una lista de las cosas que podré comprarme cuando termine el estudio.
Que cansancio, debería sentarme un rato.
No recuerdo que estaba viendo anoche, sé que estaba viendo una peli o una serie, o algo, no sé, recuerdo que la tele estaba prendida, creo… Y el sillón, pero no sé por qué no recuerdo que cené. Debe ser el cansancio.
Sigo caminando, ahora es la otra zapatilla la que se llenó de arena. Me la saco y la sacudo, otra vez un papel. «IZ» uf, debe ser importante. ¿será Izquierda? por las dudas, giro a la Izquierda y sigo caminando.
Siento que llevo mucho tiempo haciendo lo mismo, sentada en el sillón… y caminando…
Miro mis pies, la arena blanca es hermosa y fina.
Mi campera es abrigada, no parece muy nueva, miro los puños, en el derecho alcanzo a leer «IZ». ¡Otra vez! ¡También está en mis jeans y en mis guantes! ¿Qué significa?
Giro a la Izquierda y sigo caminando, por las dudas, ya no recuerdo muy bien por qué estoy caminando.
Estoy cansada, debería sentarme.
La arena se ve tan linda, y el sol tan brillante… voy a sentarme un rato.
Resultado Experimento Prototipo AB45-J – Sujeto 25 Isabel Zaragoza:
Después de dos horas de experimento el sujeto fue encontrado en el mismo lugar en el cual se lo dejó, sentado sobre la arena. Sus parámetros de salud eran normales, spo2: 99, PR 76. Presentó claros signos de desorientación y amnesia. Los daños son irreversibles. Se descarta la utilización del Prototipo AB45-J.
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