el principio del final

el principio del final

Virginia Scarfó

07/09/2013

Fue cómo un brote de alegría, un júbilo impresionante y fue ahí cuando logre llegar a lo más profundo de mi y abrí la estreches de las puertas q había bloqueado con la plena conciencia de quizás volverme a equivocar y seducir indolentemente al destino, no digo cruel pero porque no, destino cruel e insuficiente para mi. Me acerque sigilosamente a explorar su más íntimo sueño y lo observe detenidamente por el paso del tiempo, exalaba paz q inundaba la habitación, esa paz q se consigue luego de una noche donde su cuerpo y el mío fueron solo uno, era envidiable verlo descansar así y al mismo tiempo causaba una ternura inmensa, pero ni siquiera eso basto para lograr llegar donde seguramente quiso el. El sol empezó a asomarse muy tímidamente, como si no quisiera romper el idilio que divagaba en el aire de esas cuatro paredes. Abrí bien los ojos, el cansancio detonaba en mi mirada pero era necesario una huida sin preámbulos, y fue así como si fuese un gato que emprendí mi salida hacia mi libertad. Mire hacía atrás y vi que aún sus ojos no habían detectado mi movimiento, sople un beso al infinito y me fui. Al compás de mis movimientos iba vistiendo mi cuerpo cómo si fuese un juego hecho al revés, primero nos sacamos la ropa para quedar sin defensas que pudiesen intervenir en el acto más puro y a la vez más animal, luego le sigue un abrazo hasta que ambos cuerpos se convierten en dos dejando de ser uno y por último tenés dos opciones,o permaneces o te vas, decidí irme, permanecer podría causar un conflicto de situaciones que nunca fueron pactadas y después vendrían las explicaciones que siempre suelen ser muchas cómo una catarata de porque y cuando y que se hizo bien o mal, mejor huir al principio del amanecer sin dejar huella, aunque viéndolo de otro modo quede impregnada de huellas, de sudor, de besos y porque no de sentimientos. Por Dios que contradicción, ¿porque es tan difícil amar a alguien o no es necesario hacerlo? Mejor huir sin pensar demasiado. Antes de abrir la puerta a mi libertad hice un inventario de mis cosas, no podía permitirme olvidar algo ahí, una vez que todo estaba bajo control salí y el sol me estaba esperando apoyado en un par de nubes grises que anunciaban una tormenta, poco me importó, yo me sentía feliz. Camine rumbo al mar, necesitaba verlo y sentir su aroma de día, con esa calma tan plena, me detuve a mirarlo un poco y sin darme cuenta otra vez esa maldita sensación dentro mío que obliga a que un par de lágrimas broten, otra vez buscar la manera de evitarlas y cuando lo intente me di cuenta que era una mala jugada del cielo, eran gotas de lluvia pero porque las sentía como propias, eran mías, eran mis lágrimas junto a las lágrimas del cielo que se confundían en una sola, quizás el sol necesitaba acompañarme en este placer no tan propicio para mi y convirtió en lluvia su caricia, pero cada vez eran más y más fuertes y no hubo opción q caminar un poco más ligero, en ese andar empezó a vibrar mi celular, invento necesario y maldito, mire y era el, no atendí, pero insistió una y otra vez y no tuve más q atender.-hola..hola- dije con vos entrecortada por la caminata ligera-hola!! Al fin contestas!! Me querés decir donde estas? Te fuiste sin decir nada, creo q por lo menos si querías irte me hubieses despertado, no iba a retenerte pero irte de esa manera deja mucho q desear de vos como persona…..-se sucedieron un montón de palabras q no alcance a oír, en realidad si pero fueron decantadas y abandonadas en el camino, eran reproches sin sentido…-me estas escuchando – la voz era firme.-Si te escucho, no entiendo cual es tu problema, me fui, quise irme, no sos mi dueño ni controlas mis tiempos, tenía q irme y no podía quedarme a esperar q te despiertes y mucho menos despertarte, perdón pero no puedo seguir hablando…-acto seguido no alcance a escuchar q decía y corte, siguió llamando hasta q ya dejo de hacerlo. Aún seguía lloviendo y me faltaban un par de cuadras para llegar, ya no caminaba ligero, lo hacía más lento, ya estaba empapada, ese llamado detuvo lo q no podía controlar y me sentí plena por unos minutos. Solo una cuadra más y llegaba hasta el anden, hasta las vías donde días atrás mi destino se cruzo con el de él, ese mismo anden que hoy me devolvería una vez mas a mi vida.

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