Desde el andén, y hasta la llegada a mi destino, recordé aquel sencillo plato. Unas patatas fritas irregularmente cortadas y unas salchichas levemente fritas. Era la primera vez que mi madre se ausentaba por la noche.
Ya en la residencia, trajeron a la habitación su comida. Fui pinchando patatas con salchichas para ser aplastadas con los escasos dientes que le quedaban.
Le sonreí al despedirme. Toqué su cabeza con suavidad al decir adiós.
Al llegar a la estación de destino agache la cabeza. Supe en ese momento que me ausentaba de mi padre y de la sencilla cena.
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