Doy GRACIAS a DIOS, pues desde el andén vivencial de mi ser y sentir en este invierno del año 2013  quien hoy, en Argentina,  me muestra como yo, me mantenía prendida del ayer entre intentos de planear mi mañana pero…nunca jamás gozando del hoy, único tiempo que existe.-

 El sólo enjuiciar y mi perdón no dar,  miedos a críticas de los Demás me generaba pues sabía que: «Hay que dar para recibir».-

Todo cambió y resucitó en Mí al dar mi perdón por comprender al fin mi rezo  que decía y dice «Perdóname, así como perdono a quienes mi ofenden»  por lo que soy libre de penas, cargada de amor, paz y felicidad.- 

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