mi trabajo es mi cuento encantado.
Esa noche no fue muy buena, estuve desvariando unas buenas horas, revisando un celular sin sentido, ya lo sabia todo pero para que enterarme con mis propios ojos, de lo que no había visto: llegó la mañana y como si nada hubiese pasado me levanté hice un rico café con leche, mezclé pan con suero...