Estas despedido.
Le conocí a temprana edad, cuando ayudaba a mi tío en su óptica a los trece. Fue más bien un castigo, me lo gané por haber derribado una reja del jardín trasero de la escuela, junto a otros dos camaradas. Yo no era realmente un tipo malo, sólo un niño muy inquieto, me aburría estar...