Historia de un amor no correspondido

Historia de un amor no correspondido

K D P C

07/05/2019

«Recuerdo que era enero, estaba contenta porque comenzaba en otro lugar a trabajar. Cuando llegué, jamás imaginé que conocería a Juan, alguien que cambiaría el concepto de muchas cosas en mi vida… Estábamos en medio de muchas personas, todos corrían por el tiempo, necesitábamos entregar un pedido urgente, así que nadie descansaba… Estaba sentada, ayudando a empacar cuando volteo a ver… Él estaba mirándome y nuestros mundos se encontraron, el destino era y conectamos sin decir una sola palabra.Pasaban los días, no podíamos dejar de mirarnos… Y una vez compartimos la mesa en un almuerzo, y comenzamos a charlar. A los dos días salimos y fue maravilloso. Fuimos a cine, salimos tarde y tomamos el trasmilenio, queríamos ir lejos y estar juntos, sin importar la hora. Así que era ya media noche y estábamos en la calle como si fuera de día, el estar juntos nos revitalizaba y tratábamos de detener el tiempo para seguir juntos, ya era tarde y se quedó conmigo. Estoy segura de que fue la mejor noche de mi vida. Despertamos juntos en mi habitación, y fuimos juntos a trabajar. No lo podía creer, me sentía tan feliz. Sí, era felicidad… de esa que dudas porque se siente irreal.Verlo en el trabajo todos los días era motivador para mí, hacía todo bien, me sentía invencible, me sentía querida por el universo, tenía a esa persona que me alegraba todo con solo verlo. Así que se convirtió en mi amigo, le contaba todo, dormía conmigo y me conocía como nadie. Muchas canciones dedicadas, muchos escritos de mi parte, que algunos le logré entregar, muchas miradas, muchas risas, muchos abrazos, muchas horas juntos…Estábamos para nosotros cuando las cosas en el trabajo se ponían duras y estresantes, cuando el vacío se resaltaba en cada momento, cuando las cosas en nuestra familia se ponían extrañas, cuando no nos soportábamos a nosotros mismos, cuando necesitábamos amor y consuelo. Un día, llegaron a mí rumores de que él hablaba de mí, contó cosas íntimas de nosotros y me decepcioné, le hice el reclamo, me sentí traicionada. Recibí burlas en mi trabajo por lo que él comentó, mis jefes se enteraron, mis compañeros… Fue una semana dura. Y él se alejó de mí… Lo quise tanto que no me importó, yo lo busqué para que arregláramos eso y siguiéramos juntos. Continuábamos, pero no sabía cómo. No entendía porque todos en el trabajo lo trataban bien y a mí me seguían viendo como una fácil. No sabía qué eramos, así que le preguntaba y él no sabía. Fui a conocer a su familia una noche, me presentó como una compañera del trabajo. A sus amigos, me presentaba por mi nombre o que era una amiga… Nunca demostró en publico lo que era en lo privado conmigo. Comenzamos a tener problemas porque yo me sentía confundida. Peleamos demasiadas veces por eso, resultaba que yo era la mala… Un fin de semana, se supone que nos iríamos de viaje. Ese día me puse mal y él lo sabía, fui a almorzar con mis padres y luego me vería con él. Él me escribió que quería estar solo, porque se sentía mal… discutimos y al final, él se fue de viaje con sus amigos y con otra chica, que hasta el día de hoy no sé quién es. Lloré, porque me di cuenta que en realidad no quería estar conmigo… Al otro día en el trabajo, tuve que ver como él pasaba su carta de renuncia y no me miraba a la cara, yo trataba de arreglar las cosas y le decía que no se fuera. Que tenía solución… Pero no le importó, fue cruel y se fue. Todos en el trabajo me preguntaban el porqué de la renuncia. Unos me culpaban de que se hubiera ido, y otros pocos entendían. Estar en la empresa sin él, se volvió tan deprimente, nadie sabe lo mucho que lo extrañé y como debía fingir ante todos que estaba bien y sonreír. Mientras tanto, él no quería verme ni hablar. Me hizo sentir culpable… Tiempo después, mi rendimiento bajó. No podía más con la depresión, no solo las cosas con él estaban mal. Mi vida estaba mal, por mi familia, mi salud, conmigo misma… Estaba sola y él nunca mostró importancia a esas cosas, solo hasta que volvía por lo que quería. Y así pasaba el tiempo, volvíamos, le preguntaba qué eramos, peleábamos, se iba o yo me iba, hasta que él se cansó de mi pregunta… Jamás fui algo para él, pero según él lo fui todo. No volvimos a hablar, y aún pienso que hay solución. Pero me detesto por desperdiciar mi buena fe con alguien que solo buscó excusas, que solo me buscó cuando estaba bien para él… Alguien que no me quiso de verdad. Fue mi último empleo,ahora solo espero sacármelo del corazón, mientras él sigue su vida, quizá con algo de culpa y mucha cobardía. Pero me olvidó y el dolor aún sigue conmigo… Cambió mi manera de ver la vida, soy realista, soy solitaria, no me interesan las cosas de antes y trabajo como independiente. Pero, ahora soy más paciente, lucho más por las cosas que quiero, valoro a mi familia y deshecho a los que me dejaron sola, a los que se burlaron de mí, mi corazón es más duro y ya no luzco como aquella niña perdida e ilusa, ahora soy más valiente con una lección increíble que me dio la vida.»

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