Cartas para Catherine.

Capítulo 1

Era un día normal de clases, cuando el Señor Cortez (el director) nos avisa de la llegada de una chica nueva a mi aula, no lo podía creer porque ya era mitad de año y las inscripciones estaban cerradas. Pensé que era una broma del director para tenernos a la expectativa, pero esta bien que pase lo que vaya a pasar.

-Buen día- empieza por decir el director cuando irrumpe en las clases de matemáticas.

-Buen día Señor Cortez- responden mis compañeros y yo a tono de coro luego de ponernos de pie.

-Pueden tomar asiento, hoy les traigo una buena noticia para vosotros, les vengo avisar que el día de mañana tendrán una nueva compañera, así que quiero que la traten bien, ya que en el anterior colegio que estaba sufrió de bullying de parte de sus antiguos compañeros, así que ya saben. Y que pasen un buen día- termino por decir el Señor Cortez.

Desde que sale del aula todos empiezan a especular sobre la chica y hasta imaginarse de como es, a tal modo que arman un bullicio en medio de la clase.

El profesor Martín no aguanto más y tuvo que mandaros a callar.

-¡¡¡Silencio!!!- grito con fuerza el profesor Martín.

Y se hizo el silencio, nadie soltó ni siquiera una palabra más, es que nadie había visto tan enojado al profe Martín como le decíamos.

De pronto se calma y nos pide disculpas -lo siento pero es que me irritaron acaban de armar un bullicio en plena clase- dice en un tono suave y ya calmado.

-Perdónenos a nosotros profesor, que hemos sido los que hemos armado el bullicio y los que tenemos la culpa de su enojo- Le digo.

-Bueno esta bien, continuemos con la clase- Dice.

Mientras el profesor Martín continua explicándonos los logaritmos, me puse a pensar sobre aquella, en lo que me interrumpe Bruno.

-Hey Alex vamos, pásame el lápiz se me ha caído y esta junto a tu pie- Me susurra Bruno.

-Ok, ya voy- Le digo.

Le paso el lápiz y me vuelvo a pensar en la chica, cuando esta vez me vuelven a interrumpir pero ya no Bruno, si no el timbre que avisa que acaba la clase de matemáticas y empieza el recreo.

Mientras Bruno, Carlos y yo salíamos del aula al patio, empieza Bruno por decir:

-Hey chicos ¿Qué piensan sobre la llegada de esa chica nueva?- Pregunta Bruno.

-No se, como que no me convence- Respondí.

-Espero que sea guapa e inteligente- Dijo Carlos.

-Siii, y ¿porque no te convence Alex?- Me pregunta Bruno.

-No se, es raro que alguien se cambie de colegio casi terminando el año, eso opino yo, no se ustedes- Dije.

-Bueno Alex tu siempre con tus especulaciones, no puedes creer y ya- Dijo Bruno.

-Es verdad Alex- Dice Carlos.

-No, no puedo, tengo que ver para creer- Dije.

-Bueno mañana sabremos- Dice Carlos mientras se adelanta a la cafetería.

Escogimos la mesa que habíamos escogido desde que nos conocimos hace 5 años, cuando tan solo éramos unos niños y ya hoy estamos en nuestro último año preparándonos para ser hombres y enfrentarnos a la vida.

-Bueno y ¿qué harán hoy por la tarde?- Pregunte, ya que ninguno había dicho ni siquiera una palabra desde que hablamos de la chica.

-Yo terminaré los trabajos de ciencia- Dijo Carlos.

-Que bueno que ya yo los termine, así que hoy solo me relajaré y me pondré a jugar en la play y tu Alex ¿qué harás?- Dijo Bruno.

-Yo, en realidad no se, seguro me duermo y cuando me levante lea un poco y quizás después juegue en la play- Dije

Ya cada uno tenía sus planes hechos para esta tarde cuando suena el timbre que anuncia que ya termino el recreo y empieza la clase de Inglés.

Entramos en la clase, retomamos nuestros asientos y que empiece la tortura, y no es porque no me guste el inglés, sino por la profesora la cual es la verdadera tortura.

Cuando por fin terminamos la clase (tortura) de inglés y todas las otras clases, cuando suena el timbre que avisa que las clases han terminado y por fin podemos ser libres y largarnos a nuestros hogares.