La Vida De Un Campesino

Vivo descalzo, mugroso, esclavo y torturado por el fatigoso sol.

yo nací en la miseria sujeto ya desde el momento de intimidad de mis padres al yugo de un hacendado tirano que vive entre sus laureles y de lo que nosotros los campesinos nos matamos haciendo desde que sale el sol hasta que se pone y que es un destino que es ya desde el vientre predeterminado.

Yo nunca tuve opción. Mi hermano en un intento de escape para mejorar su vida la perdió por un balazo de uno de los caporales y nunca pude reclamar nada por miedo.

Mi padre hace ya 29 años que murió en un intento de vengar a mi hermano y mi madre de la tristeza.

Mi vida en muerte comenzó a los 6 años aquel día fue algo inolvidable llegue desmayado por la fatiga que provoco el sol, nunca había sentido algo así, no me levante en tres días, desde ese día comenzó el infierno para mi. De los caporales y de el capataz recibí 3 obsequios diariamente: Latigazos, insultos y regaños.

A los diez y seis yo ya tenia como rutina acalambrarme de frió por las mañanas, evaporarme de la sangre y jadear como perro por la sed y llegar muerto de hambre a mi casa.

Nunca supe lo que se sentía comer hasta que topara la panza y desperar los fines de semana tarde, el alcohol para mi no fue nada mas y nada menos que la recreación desde que cumplí 18.

Mi espalda desde que comencé a trabajar quedo como el como el vaticano «lleno de cardenales» y nunca dormí espalda abajo por miedo a sentir dolor solo conocí el descanso desde que tengo uso de razón y fue un corto periodo de un año.

Lo único que tengo como concepto de mi vida o mas bien la mejor descripción que les puedo dar es flagelado como buey, trabajado com burro, hambriento como chacal y amanzado como caballo.

Hoy cumplo 60 años y estoy a punto de morir como paso a mi hermano, mi hijo murió en un intento de escape y yo estoy agonizando como mi padre en un intento de venganza. Ahijado, solo espero que esto que te acabo de contar lo lleves como testimonio a don Pancho Villa para que venga a liberar a los que todavia están siendo golpeados por los látigos ¡escapa, eres nuestra esperanza! ve con dios ahorita iré a ser juzgado.

Esto fue una rutina y vida que los campesinos de la época del porfiriato vivieron a manos de los abusos de hacendados y caciques de aquella época.