Juan:

Estas cortas palabras, han brotado de mi alma al leer tus cuentos, tu Llano en Llamas. Tanta tristeza, tanta muerte.

Desde mi Colombia, frente a mis atardeceres… en llamas!, solo quiero abrazar tu corazón.

Entiendo el dolor y la triste realidad de nuestro pueblo, en tu país y en mi país, en nuestra América, en el mundo; en tu tiempo, en mi tiempo, siempre. Tantos corazones latiendo en medio del odio, de la desesperanza.

Cual el ave sobre el inmenso mar, es mi mensaje de ilusión de poder sobre volar tanta violencia. El color rojo del sol reflejado en el mar, en lugar de recordarnos la sangre derramada de tantos, debe fortalecernos para seguir conviviendo con amor en esta tierra.

Estos atardeceres darán paso a la noche, con su luna que brilla en medio de la oscuridad, y luego el renacer de un nuevo día nos llevará a seguir caminando, viviendo.

Hay luz y fuerza en cada uno de nosotros, por dura que sea la realidad; tu, Juan, eres un ejemplo de esto, lograste una vida en medio de tanto dolor. Ojala todos podamos encontrar en tus textos la Fe para vivir.

Desde este espacio y tiempo:

Lector

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