Con los ojos del Corazón

Mi amado C:

Pronto se cumplirá el año desde que nos separamos aquí. Te
fuiste una cálida mañana de verano. Fue todo tan apresurado que ni cogiste
equipaje. Tomaste la decisión de partir sin más. Hoy, tu ausencia ya me
permite enviarte esta postal, para expresarte todo mi agradecimiento, por haber
compartido conmigo tantos buenos momentos. GRACIAS, porque me has enseñado que
el amor incondicional hace milagros. Yo tan descreída, tuviste que ser tú,
quien me lo mostrara, desde tu bondad, tu paciencia, tu generosidad. Y por todo
ello, lo que si te puedo decir es que ahora ya se mirar con los ojos del
corazón y sé, que te siento y te llevo siempre, muy cerca de mí. Ahora tengo la
certeza de que estás siempre a mi lado. Mi fiel escudero, mi mejor maestro para
aprender a vivir el presente y llevar a cabo tu máxima «Carpe Diem».
Ya no importa el espacio y el tiempo, lo que es arriba es abajo, y llegará el
día que vuelvas tu cabecita para buscarme, porque la brisa te lleve mi
olor y ahí nos fundiremos en un fuerte abrazo de puro amor y seremos eternos
para siempre.

Hasta luego.

M