LATSOPAL

Año 2022.

Amados padres, espero que se encuentren disfrutando de su viaje, quizá no los vea tras varias primaveras, y tampoco logre estar con ustedes al terminar de caer los minutos en el reloj, pero sin importar lo desgastante que pueda ser, los esperaré hasta su regreso.

Quiero compartirles que recientemente me he mudado a un departamento, cerca de los límites de la ciudad que siempre ha velado nuestros descansos cuando estábamos bajo las mismas Lunas, y con la tranquilidad de la noche.

Cuenta con una enorme puerta, pintada de intriga y descanso; se destaca por un estrecho pasillo, de suelo brutalmente blando, tanto que mis pisadas se quedan marcadas sin desvanecerse; hay tres humildes habitaciones con ventanas grandes, desgastadas y delicadas, pero lo suficientemente amigables para el alcance de mis ojos, sueños y suspiros.

Con honestidad puedo asegurar que mi dolor no se desvanece por más que el lugar sea silencioso; las pesadillas son escandalosas, pero, a pesar de estar padeciendo lo agobiante de este caos, confieso fascinación por estar aquí.

Si conservaran su mortalidad estoy seguro que les encantaría.

Con cariño, su hijo que siembra nuestro legado bajo sus obras.

Sr. y Sra. Libertad.

 México.

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