Mientras todo sigue (el mundo, vuestra vida)
mucho dolor, miedo y muerte
se centran en Ucrania.
No callemos,
no seamos indiferentes.
Si no levantamos la voz por aquellos que no pueden hacerlo,
en algún futuro cercano
solo quedarán las penas,
sangre y cenizas,
las tumbas, algunas fotos viejas,
y quizás también
guardaremos las postales de eso que fue,
pero nunca más será.
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