Mi oficio
Este es mi oficio. Al acusado sin dudar digo: ¡Tú has sido!. Mirad la verdad suplico al jurado, cual látigo infamante en busca de la carne. La sangre hiela, el frío duele, la voz mata, no más que la vergüenza al asir el mayete antes de emitirse el veredicto. ¡Se hizo justicia! dirán algunos, ¡Que...