Telas de araña mentales.
Y al ver la densa niebla, ¡temblé como conejo! Pero con esa voz firme y llena de sabiduría, preguntó él —¿A qué le temes tanto, hijo? Pues a la niebla, a no poder ver a través de ella —le respondí— La niebla, será tu mayor prueba, ya que lo demás, se aprende; aun más, vencer...