Y la luz lo hizo.
Y ya todos en silencio, el papel en blanco me acusaba despiadado. Palabras y palabras atascadas en mi mente, y su imagen, la de ella, que se hacía cada vez más nítida en mi mirada fija a ninguna parte. Traté de borrarla. Escribí su nombre varias veces, creyendo que eso me daría inspiración. Pero no....