Una mañana de martes, decidí espontáneamente tomar un respiro y viajar a Andorra, el país en los Pirineos. Encontré un viaje por BlaBlaCar con Sergio, quien salía en unas horas. Al abordar el coche, los demás pasajeros parecían amables, aunque nadie mencionaba Andorra, lo cual me pareció extraño. Durante el trayecto, el paisaje no coincidía con mis expectativas: menos montañas y más campos. Pregunté cuánto faltaba para llegar, a lo que Sergio respondió que estábamos a 30 minutos de "Andorra... Teruel". Fue entonces cuando me di cuenta de mi error: había confundido el pueblo de Andorra en Aragón con el país de los Pirineos. A pesar del malentendido, todos lo tomamos con humor. Llegamos al encantador pueblo, y decidí aprovechar el día explorándolo. Aunque no era mi destino original, la experiencia me dejó una divertida historia que contar y la lección de que viajar siempre es una aventura inesperada.