Problemas en el estacionamiento
— Salimos tarde, ¿verdad? —dije, ajustando el asiento inclinado. Las luces y el ruido afuera me aturdían. Mi madre suspira desde el copiloto: — Para eso salimos dos horas antes, ¿no? Mi padre, al volante, parece al borde de perder los estribos. — ¡¿Podrían ayudarme a encontrar un lugar libre en vez de quejarse?! —gruñe....