Una rara frase de pez
Desde la perspectiva de Eugenio, entraron cuatro aliviadores de cartera en el coche. Uno a uno, en orden y de manera encantadora, ofreciendo un saludo educado. A su lado, en el asiento del copiloto, estaba un cuerpo de metal pegado al respaldar como imán, llamado Bruno. En la parte de atrás se sentaban de izquierda...