club de escritura Fundación Escritura(s)-Fuentetaja
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Sucedió en un coche Sábado 19 de octubre : recibo una solicitud para el viaje a Sagunto -Lloret. Lo acepto , es María de Canet de Berenguer. No tiene comentarios, la aceptaré , no creo que consiga viaje sin tener comentarios. Domingo 20 de octubre : recibo una solicitud para el viaje Moncofa-Lloret. Me viene de paso, lo acepto....
La vida se vive un día a la vez y la mayor parte de nuestras desdichas las causa el apresuramiento o la desidia. Pensaba eso mientras buscaba desesperadamente un móvil para viajar a la casa de mis padres. No la estaban pasando nada bien y quise acompañarlos en este momento tan difícil de sus vidas....
Estaba tumbada en el sofá azul índigo, quedaría muy cool decir que viendo Neflix pero no lo tengo, ni amigos piratas, para mi desgracia. Tirada estaba, centrada en los pliegues de la cortina y las partículas que merodeaban gracias al sol y a que había limpiado los cristales, no tengo estores, ni familiares obsesionados con...
No había casi despuntado el alba y ahí estaba esperando en Atocha Nuria. De pelo rubio ensortijado, de unos 25 años (calculé), más o menos de mi edad; con una camiseta blanca de tirantes, donde se adivinaban unos pechos breves y turgentes. Tras la presentación y los dos besos de rigor, nos pusimos dirección Cullera....
No suelo hacer paradas intermedias. No creo en el destino, pero sí me gusta llegar a mi destino sano y salvo, así como a los que transporto. Esa noche no pensaba hacer BlaBlaCar, pero no me apetecía viajar solo. Los kilómetros se hacen más largos si no tienes con quien compartir esa línea blanca que...
Fragmento de.. Los pequeños relatos críticos de Liduvina Durante los desesperos que nos dejó el huracán María también observé protagonismos que demostraron la resiliencia boricua. En uno de mis vuelos vi a una mujer que se despertó quejándose de un calor de 180 grados prueba, según ella. Se bañó con un galón de agua recogido...
Más temprano había dejado su bicicleta en el estacionamiento de la terminal de buses. Ella llegaba a buscarlo a la misma hora y al mismo lugar todos los días.— «¡Hola! ¿Qué tal?» Los dos vivían en las afueras de la ciudad y trabajaban en el centro de la capital. En su zona de residencia, el...
La noche se cernía sobre Valencia, y con ella, el caos de la DANA, que había transformado la ciudad en un laberinto de cancelaciones. Mi tren hacia Madrid, el único medio para llegar a tiempo a mi vuelo internacional, estaba suspendido sin alternativa a la vista. Desesperada, abrí la app de BlaBlaCar, y como un...
Subí al coche en Madrid a una señora de 82 años, había contactado conmigo su hija, obviamente le dije que no se preocupara que a su madre la dejaba en la puerta de su destino como dejaría a la mía. Se sentó delante para su comodidad y comenzamos a hablar porque la señora estaba encantada...
Estamos a finales de octubre y el día ha empezado bien. El tiempo es caluroso a pesar del viento poco habitual. Todavía podemos disfrutar del sol, que se bate en duelo con el viento. El primero hace todo por calentar el mundo con sus rayos, mientras que el segundo se lo pone difícil. Pero, como...
Golpea suavemente la ventanilla del vehículo. Al instante, el cristal comienza a bajar dejando al descubierto el rostro del conductor. — Hola, buenas noches, ¿es usted Roberto? — Sí, por supuesto. Y usted es Sofía, ¿me equivoco? —responde él con una sonrisa cortés. — ¡Sí, soy yo! —contesta ella, devolviendo una sonrisa educada. Con delicadeza,...
En una ocasión viajó conmigo todo un monarca que se dirigía a la boda de su hija; chapado a la antigua, como debe ser alguien de rancio abolengo, pero muy puesto en las últimas tecnologías, pues me reservó la plaza a través de la aplicación de Blablacar. Se presentó como el rey Eufrasio; no dijo...
